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Los comerciantes de Reus encajan con resignación las nuevas restricciones

Afirman que las tiendas son seguras y que es un golpe para el sector

Una cafetería de la plaza Mercadal de Reus, con mesas no disponibles para garantizar la distancia de seguridad.

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Los comerciantes de Reus encajan con resignación las nuevas restricciones impuestas por el Departament de Salut y el ayuntamiento de la ciudad, ante el aumento de casos y el elevado riesgo de retoño. La más destacada es la limitación del aforo al 50% que, combinada con la petición de las autoridades de frenar la movilidad, ha hecho que se haya suspendido la 40.ª edición de la iniciativa Les botigues al carrer, que tenía que empezar este miércoles. Los presidentes de El Tomb de Reus y de la Unió de Botiguers de Reus aseguran que las restricciones para los próximos quince días «son un golpe duro» para el sector, pero a la vez defienden que se mantienen fuertes y que, de momento, ningún establecimiento ha tenido que cerrar por la crisis del coronavirus.

«Estamos preocupados. Aunque sabemos que es para quince días, cuando restringimos la movilidad de las personas, las tiendas salimos perjudicados», comenta Meritxell Barberà, presidenta de la Unió de Botiguers de Reus. Su homólogo en el Tomb de Reus, Jacinto Pallejà, apunta que seguirán trabajando «con el mismo rigor que hasta ahora» en materia de seguridad y afirma: «Si hay que reducir un poco los aforos, lo haremos. Si hay que vigilar más las terrazas, se hará. Y en los servicios, profundizar en la cita previa». Con todo, destacan que «los comercios de Reus son seguros».

Los dos coinciden en valorar que el verano está siendo complicado. «Aunque Reus no es una ciudad eminentemente turística, nos vienen visitantes que están en la costa. Este año, desgraciadamente no ha habido turismo y las ventas han disminuido», razona Barberà. Para incentivar las compras, este miércoles tenía que empezar la 40.ª edición de la campaña Les botigues al carrer, que impulsa El Tomb de Reus. Al final sin embargo, a causa del alto riesgo de rebrote en la ciudad, se ha reorientado. «Decidimos que era preferible poner por delante la salud colectiva que no la salud del negocio. Los mostradores no saldrán fuera de la calle, pero mantenemos las ofertas en el interior», indica Pallejà.

Los esfuerzos que está haciendo el sector de la ciudad ha hecho que, a pesar de la reducción de ingresos y haber estado unas semanas sin abrir al inicio de la pandemia, no haya cerrado ningún establecimiento a causa del coronavirus. «El comercio de Reus históricamente ha sido fuerte. Podemos aguantar algunas sacudidas, pero muchas más no es sostenible», adelanta Barberà.

Reducción a la restauración

Tanto los comerciantes como los restauradores se han reunido este martes con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Reus, con el alcalde Carles Pellicer al frente, para valorar la situación. «Lo que se ha acordado es seguir trabajando con el mismo rigor que hasta ahora, tanto el comercio, como la hostelería, como los servicios», ha indicado Pallejà.

Y si los comerciantes están tocados, los bares y restaurantes están tocando fondo en los últimos días. Victor Perales, representante de los restauradores del Tomb de Reus, asegura que el último fin de semana la reducción de ingresos ha sido del 70% respecto de hace unos días. «Estamos vacíos. Hasta la semana pasada íbamos trabajando, aunque menos de lo habitual. Pero ahora nos planteamos irnos de vacaciones durante estos quince días», lamenta.

En el caso de estos negocios, las medidas del consistorio y del Departament de Salut prevén que no se pueda servir en las barras de los bares y establecen una reducción del aforo del 50% en el interior de los locales. En las terrazas, se limita la capacidad de ocupación del espacio autorizado al 50% y se tiene que garantizar una distancia de 2 metros entre mesas o grupos de mesas, con un máximo de 10 personas por mesa. En este sentido hay que apuntar que al inicio de la pandemia el consistorio autorizó una ampliación de las terrazas para evitar más pérdidas en el sector; pero este lunes el alcalde de la ciudad rechazó una nueva ampliación. Para Perales pues, las nuevas medidas no los suponen ningún problema, ya que ya trabajaban con estas limitaciones desde hace meses.

El representante de los restauradores también lamenta que se acuse a estos locales del aumento de contagios. «Tenemos los locales vacíos desde el jueves, cuando se recomendó a la gente que no viniera. Es como si los bares tuviéramos la culpa del incremento de los contagios. En poblaciones vecinas no tienen las distancias de seguridad que tenemos en Reus. Estamos trabajando de manera razonable y segura», defensa.

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