Sociedad
La FAVR atribuye la poca afluencia al cribado de Reus a «la precipitación»
Sostiene que algunos vecinos tenían «miedo y preguntas»
Sólo 1.768 personas de las 6.000 que formaban la población diana del cribado en Reus acudieron, entre el viernes y lunes, a hacerse la prueba PCR. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), Marcos Massó, atribuye esta baja afluencia al hecho de que «los vecinos no estaban del todo bien enterados y, en cierta forma, ha habido un poco de desconfianza y de miedo».
«Al fin y al cabo fue muy rápido, seguramente fue precipitado y las personas no tenían en todo momento respuesta a algunas de las preguntas que se les pasaban por la cabeza», sostiene. «Aparte», dice, «hay que tener en cuenta que era verano, y que no todo el mundo estaba en la ciudad», aunque «está claro que se tuvo que hacer ahora y rápido porque las circunstancias lo exigían y agradecemos mucho que se haya actuado cuando se ha visto que la situación se estaba poniendo bastante mal».
En una comparecencia el día siguiente del cribado, el alcalde de Reus, Carles Pellicer, ya explicó que «si se hacen más, pediremos a Salud que estén más cerca de los barrios donde está la población a la cual se dirigen». En este sentido, Massó no descarta que este haya sido otro factor pero dice que no sería el principal. «La gente no estaba tranquila, todo vino de golpe y no todo el mundo estaba concienciado», precisa el presidente de la FAVR, que dice que «fue todo un conglomerado de cosas y todavía podemos aplaudir que fue gente». También influyó, expresa, «el temor de la gente a tener problemas en el trabajo si daba positivo y el hecho que no todo el mundo sabía ni cuándo tendría el resultado ni cómo tenía que comportarse si se le diagnosticaba covid-19. Ante tantos interrogantes, hay quien optó por no ir». «Si se vuelve a hacer, se tiene que hacer bien hecho, que cada presidente de barrio lo pueda explicar a sus asociados con papel y que los vecinos acudan al lugar con tranquilidad y confianza,» concluye Massó, que destaca que «se ha actuado como se ha podido, teniendo en cuenta que la cosa era sobrevenida y el momento del año en que nos encontramos».
Sólo 1.768 pruebas
El cribado se llevó a cabo sobre vecinos de los barrios de la Sardana, la Pastoreta y Monestir de Reus con entre 20 y 50 años. Se hicieron 1.768 tests . El Departamento de Salud había anunciado la intención de llegar, en la previsión más pesimista, a 3.000 pruebas y analizar así la situación de la mitad de la población diana, integrada por 6.000 residentes de estas zonas de la ciudad. La cifra se ha quedado finalmente, sin embargo, en tan sólo un 29,4% del total de esta población y en un 58,9% de las pruebas que se esperaban hacer. Por días, el viernes se hicieron 827 pruebas, el sábado se realizaron 638 y el lunes fue la jornada más floja, con 303 PCR. Los tests se centralizaron en espacios habilidades en el CAP Sant Pere –viernes y sábado para los vecinos de la Sardana– y en el Hospital Sant Joan de Reus –viernes, sábado y lunes para los vecinos de la Pastoretay Monestir.