«Queremos diálogo y que se encuentre una solución para que el Carrilet no cierre»

Una decena de personas, entre paradistas y familiares y amigos, se concentraron ayer en las puertas del Santuaride Misericordia para reclamar «diálogo» y que «se encuentre una solución» para el Mercado del Carilet, un equipamiento que el gobierno de Reus ha decidido cerrar coincidiendo con Sant Pere del próximo año 2021. Ya en plena cuenta atrás, y tal como concreta la presidenta de los paradistas, Maria Jesús Querol, «lo que pretendemos es sentarse y hablar, una cosa que no hemos podido hacer hasta ahora porque a nosotros se nos dijo un día que el Carrilet desaparecía y ya está, sin más.» «No entendemos cuál es el motivo para que el mercado cierre», detalla.

Querol, que subraya que el Carrilet «es un servicio esencial para el barrio y para toda la ciudad», lamenta que «pensamos que la función que hemos llevado a cabo durante la pandemia de la covid-19, cuando hemos estado respondiendo cada día a las necesidades de los clientes en una zona donde no abundan los comercios, haría que el gobierno tirara atrás, pero ni siquiera se han enderezado a nosotros para nada». Ha sido después de ver que «pasaban las semanas y los meses y parece que lo único que esperan es que llegue el día de cerrar», que los paradistas han optado por «hacernos presentes, sin formar ningún disturbio ni mucho menos, pero que los políticos nos vean y recuerden que todavía existimos». Ayer, a la salida del Santuari«el alcalde, a Carles Pellicer, nos saludó pero no vino a hablarnos». Este once de Septiembre, en la primera vez que el colectivo salió a la calle, «lo que nos dijo el concejal Carles Prats fue que lo dejáramos disfrutar del día», añade Querol. Los vendedores insisten que «ahora que el gobierno anuncia ayudas para empresarios y para trabajadores que lo están pasando mal por el coronavirus, allí tiene unos trabajadores que tienen familia y que sólo necesitan que les permita seguir tal como estaban».

Unas 9.000 firmas

En la misma línea se expresa otra de las paradistas, Tonyi Juan, que recuerda que «un mercado como el del Carrilet es un servicio público igual que el autobús, no tiene que ser un negocio para el Ayuntamiento». «Reivindicamos que el mercado no cierre, que la gente del barrio pueda seguir yendo, y reivindicamos poder hablar», añade, y dice que «pedimos diálogo, no imposiciones. Queremos negociar y no encontramos lógico que se cierre el mercado, que sí que es viable para que, si no, no seguiríamos trabajando». «Nos debemos a la clientela y al barrio y tenemos que luchar por eso», concluye Juan. Los trabajadores del Carrilet acumulan ya «unas 9.000 firmas» a favor que se mantenga la actividad.