Política
El gobierno de Reus prevé congelar los impuestos municipales del próximo 2021
La concejalía de Hacienda, pendiente de cerrar una propuesta, trabaja sobre este escenario después del último incremento de un 9,7%
El gobierno de Reus avanza sobre la idea de congelar los impuestos municipales de cara al próximo ejercicio 2021. La concejala de Hacienda, Mariluz Caballero, concreta al DiariMés que «como concejalía, en estos momentos, no trabajamos en un escenario de incremento de impuestos para el próximo año» y que «en unas semanas, probablemente ya en los próximos días, elevaré una propuesta al gobierno con el fin de su valoración y decisión».
Al mismo tiempo, y en el marco del escenario incierto que dibuja la covid, «plantearemos un presupuesto y lo iremos adaptando según las circunstancias, tal como hemos hecho también este año», añade la concejala. En el mismo sentido, tal como expresa Caballero, «es importante poder disponer de la herramienta que es un presupuesto aprobado» por el hecho de que «siempre agiliza los cambios».
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, había apuntado recientemente en una entrevista concedida a este rotativo que «ya ha habido alguna reunión de trabajo para los presupuestos del 2021» y detallaba que «antes vendrán también las ordenanzas. Entramos ahora en este proceso». Sobre si hablará o no con los partidos de la oposición a pesar de haber configurado un gobierno en mayoría, expresaba que «claro está que sí que hablaremos». Con respecto a los impuestos se limitaba a decir que «los aplicaremos en función del presupuesto» y añadía que «evidentemente, ya los subimos el año pasado». La intención de cara al 2021 pasa, pues, por congelarlos.
De hecho, para este 2020, el expediente de ordenanzas fiscales se aprobó en la misma sesión plenaria que los presupuestos, en octubre. El grueso de los tributos tuvo en cuenta los incrementos del IPC de los últimos 8 años (7,7%), más un aumento del 2% «para garantizar la continuidad de los servicios», tal como explicaba entonces el gobierno. El aumento del 9,7% se aplicó a la tasa de vados, la tasa de recogida de residuos comerciales y al tipo general del IBI. También subieron el agua o los servicios funerarios, entre otros, pero se incorporaron criterios de progresividad fiscal en el IBI y en los Jardines de Infancia Municipales. El incremento generó un fuerte rechazo entre la ciudadanía. El expediente de ordenanzas recibió alegaciones por parte de partidos políticos, colectivos de profesionales y asociaciones de vecinos; y algunas de estas últimas –y la FAVR- recogieron firmas para frenar el paso, sin éxito.
Recaudar y redistribuir
Preguntada por la opción de bajar los impuestos en lugar de congelarlos, la concejala de Hacienda explica que «la bajada, a veces, no va únicamente en los impuestos» y que lo que se hizo este 2020 fue una «actualización que no se había hecho en 8 años, cuando normalmente cualquier institución actualiza el IPC y no se ve como una subida». Caballero añade, en esta línea, que «seguimos siendo una ciudad con presión fiscal baja, y eso es defendible con números», y recuerda que «Reus tiene partidas muy importantes en subvenciones y normalmente a las familias vulnerables se las ha ayudado. Incluso, se ha hecho un esfuerzo a nivel de facilitar los periodos de pago y de las exenciones correspondientes, además del soporte que también se da desde Bienestar Social».
«Los ayuntamientos, para ayudar a la ciudadanía, tenemos los impuestos que son un dinero que redistribuimos según las necesidades que tiene la población, nos nutrimos de eso», explica Caballero, que mantiene que «en principio, nos tendríamos que cuestionar qué significa cualquier bajada, a qué temas se renunciaría entre las necesidades de la misma ciudadanía». «Si los ayuntamientos no nos nutrimos y no recibimos de las personas que sí que pueden, eso tendría consecuencias en el servicio», precisa, y subraya que «ahora estamos en un ejercicio muy interno de considerar las circunstancias y el escenario que de entrada no plantearemos es el de un incremento de impuestos». «Pero bajar no quiere decir necesariamente ayudar a las familias que lo necesitan: nosotros, como Ayuntamiento, tenemos que recaudar impuestos y después hacer la distribución correcta y aplicando todas las políticas sociales que en un momento dado sean necesarias», concluye Caballero.