Los alrededores del Sant Joan de Reus están a oscuras, con 30 farolas apagadas

El acceso principal y el entorno más próximo del Hospital UniversitariSant Joan de Reus se encuentran, desde hace ya algunas semanas, prácticamente a oscuras. Una treintena de farolas del alumbrado público que tendrían que iluminar la zona están apagadas. Los puntos de luz que no funcionan se localizan en uno de los lados de la coca que separa los carriles en la avenida del Doctor Josep Laporte. De la hilera, ahora no hay ninguno que esté encendido.

Tampoco ofrecen servicio media docena de farolas que recorren la fachada del edificio, por donde transcurre la acera, ni algunos de los de la rotonda de entrada en el complejo. Las marquesinas de las paradas del autobús urbano que están ubicadas a Josep Laporte no tienen luz en estos momentos. Sólo el área azul para estacionamiento de vehículos que se inauguró a diciembre del 2019 está correctamente iluminada en toda su superficie.

La considerable falta de luz y el poco movimiento que hay en este punto concreto, que está enclavado en las afueras del municipio, genera una cierta sensación de inseguridad. Especialmente entre los que atraviesan a pie para dirigirse al equipamiento hospitalario a partir de una determinada hora, cuando ya se ha hecho oscuro. Fuentes municipales consultadas en este sentido explican que los servicios técnicos que se encargan del alumbrado son «conscientes de que hay algunas deficiencias» en la zona, y dicen que estas «se han acentuado más a causa de las últimas ventoleras» pero aseguran que se está trabajando. En relación a cuando se pondrá solución a la falta de iluminación que afecta a los alrededores del Hospital Sant Joan de Reus, las mismas fuentes explican que el problema del alumbrado «se arreglará tan pronto como sea posible».

Frecuente en los barrios

Incidencias como la que se da ahora en la iluminación pública de los alrededores del Hospital Sant Joan no son desconocidas para el vecindario de los barrios que hay junto al equipamiento. En Mas Pellicer, el presidente de la Asociación de Vecinos I de Maig, Eduardo Navas, detalla que «en esta zona las estaciones transformadoras son antiguas y nos acostumbra a pasar que, cuando llueve o hace viento, saltan y algunas calles se quedan sin luz hasta que llamamos para que vengan a repararlo». La última vez que eso ocurrió a Mas Pellicer fue, precisamente, «el mes pasado, un día que llovió», aunque «a veces pasa también aunque no haya tormentas», añade Navas, que dice que «al menos una vez al mes hay algún grupo de farolas que se queda oscuro».