Cultura
Reus Ocult se adapta a la pandemia entrando en los espacios patrimoniales de la ciudad con gafas de realidad estereoscópica
Las visitas se hacen en lugares abiertos, con grupos cerrados y aforo limitado para garantizar la seguridad
Con las gafasde realidad estereoscópica también se ha podido entrar en la Sala Noble de la Real Congregación de Purísima Sangre, pasear por el interior del Círcol o bien recorrer la casa Gasull. Según Bàrcena, este año optaron por los espacios abiertos y descartaron pedir a los propietarios particulares que abrieran su casa, porque no creían oportuno que pasaran centenares de personas teniendo en cuenta las circunstancias sanitarias actuales.
También se han organizado visitas a tres puntos emblemáticos de la ciudad, como la plaza del Mercado, de las Pescaderías Viejas y la del Pañol, donde se han explicado sus curiosidades urbanísticas e históricas. «No queremos ser una especie de producto turístico, ni divulgación científica, sino que queremos que los asistentes acaben las visitas con un espíritu crítico, que oigan que el patrimonio forma parte de sus vidas», ha subrayado el presidente de Espais Ocultos. Asimismo, ha destacado que la voluntad del proyecto es que los ciudadanos tengan un papel activo cuando los espacios patrimoniales estén en peligro. «El patrimonio identifica en las ciudades, las hace diferentes y, eso es importante en un momento de globalización», ha añadido Bàrcena.
En paralelo a las visitas en estas tres plazas, se han ofrecido las rutas 'Ora pro nobis' y 'Tranquimazín'. La primera de ellas ha recorrido algunas de las capillitas de Reus y la segunda varios puntos de la ciudad con el objetivo de fomentar el espíritu crítico.
Aforos limitados, grupos cerrados e inscripción previa
Los organizadores han tenido que adaptar la sexta edición de Reus Ocult con el fin de hacerla posible, Por este motivo, los participantes se han inscrito previamente a las visitas, que se han reducido a un máximo de diez personas, priorizando los grupos cerrados. Aunque este año el número de asistentes se ha limitado en torno a unas 400 personas, Bàrcena ha asegurado que las actividades han tenido muy buena acogida. «Tenemos una sensación un poco ambivalente, por una parte, nos sabe mal de haber tenido que decir a muchísima gente que no podía inscribirse; por otra parte, tenemos satisfacción por la demanda que ha habido. Después de seis años ya no somos un elemento extraño a la ciudad, sino que hemos pasado esta frontera», ha cerrado.