Agus Prats: «La fotografía me ayudó de forma terapéutica»

Agus Prats inauguró ayer la exposición The mirror chair project enel Centro de la Imagen Mas Iglesias de Reus (CIMIR) que, a su vez, acoge otra que muestra como pasara¡on el confinamiento los habitantes del Baix Camp.

Prats sufrió una agresión el año 2001 que lo tuvo 9 meses ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona con graves lesiones neurológicas. A consecuencia de esta agresión, Prats tiene que ir en silla de ruedas. Durante aquellos meses en el hospital, el artista empezó a escribir un diario sobre todo lo que pasaba a su alrededor pero, viendo que no conseguía ver reflejados sus pensamientos, empezó a plasmarlos con las fotografías. «Yo me sentía más identificado con una luz rota o un pasillo oscuro que con lo que escribía», dice Prats, quién añade que «cuando veía mis fotografías, se me sentía identificado emocionalmente». De hecho, «para mí la fotografía me ayudó de forma terapéutica, no había una intención pero tiene aquel componente terapéutico que te ayuda a entender tu situación», argumenta el fotógrafo, quien añade que «te sacas un peso de encima por qué toda esta carga emocional que tienes dentro, lo has materializado con forma de imagen».

Una vez salió del hospital, Prats decidió que quería hacer autorretratos y eso es lo que se puede encontrar enla exposición del CIMIR, autorretratos acompañados de diferentes textos de su diario. «Yo quería hacer autorretratos míos hasta llegar al punto de la agresión, donde todavía no había vuelto desde el día que la sufrí,» explica Prats, quién sigue diciendo que «decidí hacerles con el reflejo porque en el mismo momento en que me hacía la fotografía, me enfrentaba a mí mismo, el hecho de trabajar con el reflejo era porque en el momento que haces la foto ya te estás viendo a ti mismo». «Todo eso me hacía entrar en una especia de historia personal que a mí me interesaba mucho, me interesaba más el proceso en sí que al resultado final». Prats reconoce que «la fotografía fue una excusa o una forma de ponerlo fácil, porque una de las virtudes de este arte es que te obliga a salir a la calle a hacer la foto.»

El artista admite que «hice las fotografías más como una necesidad vital que para hacer exposiciones, pero lo cierto es que ya ha protagonizado diversas y tiene un libro. La exposición al CIMIR, que abre la temporada, se podrá visitar hasta el 12 de diciembre, los jueves y viernes de 17 a 20 h. y los sábados de 10 a 14 h. y de 17 a 20 h.