Sociedad
Ocupas de Prous i Vila de Reus dicen que «no tenemos ninguna otra alternativa»
Los que viven cerca de la nave incendiada el martes, y que el Ayuntamiento demolerá, quieren recuperar la luz
El incendio de una nave industrial en el número 34 de la calle Josep Maria Prous i Vila movilizó, este martes poco antes de las 22.30 h., nueve dotaciones de Bombers. Es la segunda vez en poco tiempo que la construcción, que forma parte de una antigua isla dedicada a los negocios de taller, quema. La primera fue en verano. Justamente al lado de la nave calcinada, en lo que había sido un establecimiento de mecánica de vehículos, vive Jesús, de 33 años. Explica que ya hace tres que se instaló y que fue a parar allí porque «no tenía otra opción», e insiste en que «estoy dispuesto a pagar como sea un alquiler social, pero hace tiempo que me inscribí en la bolsa del Ayuntamiento y nunca han llegado a llamarme aunque realmente me hace falta». No tiene trabajo pero «voy haciendo cosas que me salen, como trabajos de pintura, y voy tirando». Tanto él como otras personas que habitan en la isla aseguran que no son conflictivos y que la nave incendiada «está precisamente donde va la gente a pincharse y a beber, pero el resto hacemos aquí vida normal». Se quejan de que, a raíz del incendio en el número 34, «nos cortaron la luz y ahora estamos a oscuras y no podemos ni cocinar» pero dicen que «no la teníamos enganchada porque el propietario de las naves sabe que vivimos aquí y está de acuerdo, nos aseguramos de que no venga nadie que genere problemas».
Reiteradamente, vecinos y comerciantes de la zona han denunciado, tal como recogía el DiariMés justoel pasado 19 de octubre, incendios, ruidos y amenazas en la zona que atribuyen a los ocupas, y alertaban que tenían miedo de que se produjera un nuevo incendio con peores consecuencias, tal como ha acabado pasando. Por eso, pedían de manera insistente que las naves se derribaran y se hiciera un espacio de aparcamiento, sin éxito. Incluso, habían planteado una recogida de firmas. De hecho, el grupo del PP ya había llevado el conflicto al pleno municipal a finales del 2018 y los vecinos habían dirigido quejas al Ayuntamiento. Sobre el incendio del martes, los ocupas explican que «un hombre de unos 40 años vino a pedirnos dormir a nuestra nave y le dijimos que no, y cinco minutos más tarde la nave del lado quemaba. Le prendió fuego».
Tapiar los antiguos talleres
Urbanismo había llevado a cabo inspecciones en las naves también en el 2018 y había descartado tapiarlas subsidiariamente. Ayer, sin embargo, el consistorio envió un comunicado donde anunciaba que sí que lo haría, «por orden del alcalde» y «ante el riesgo que suponen para la seguridad de las personas y la salud pública». «A la espera del informe final del arquitecto municipal, la estructura del inmueble puede haber quedado afectada y se tendrá que derribar», detallaba ayer el Ayuntamiento, que reconocía que «el conjunto de naves ha sido objeto de ocupaciones ilegales que han generado reiteradas quejas vecinales y actuaciones de la Guardia Urbana para la prevención de actos incívicos y delictivos». La intención es tapiar primero las naves vacías y después «las que en su interior se han localizado restos orgánicos que se tendrán que retirar». Sobre las naves ocupadas, el Ayuntamiento apunta que «la Guardia Urbana y los Servicios Sociales han dado continuidad a los servicios de atención que tienen abiertos para buscar una solución para las personas que viven allí» pero no concreta como se desalojarán. En la calle Vallroquetes también quemó un edificio ocupado que se tapiará.