Investigación
La URV demuestra que comer frutos secos provoca cambios en la función del ADN de los espermatozoides
Las modificaciones pueden comportar variaciones en la capacidad de fecundar
Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili (URV), el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgilio y CIBERobn, lideratos por el científico Jordi Salas Salvadó, ha demostrado que comido frutos secos de manera regular provoca cambios en el ADN de los espermatozoides. En concreto sobre los «patrones de metilación del ADN espermático», ha informado la URV. El estudio se ha hecho en 72 participantes sanos, no fumadores y jóvenes y que consumían una dieta de estilo occidental. De estos 72, 48 consumían frutos secos y los otros 24 formaban parte del grupo de control. Los investigadores han podido observar que 36 regiones genómicas metilavan de manera diferencial entre el inicio y el final del ensayo únicamente en los individuos que consumían frutos secos.
Estos cambios en los espermatozoides pueden comportar también cambios en la capacidad de fecundar. El trabajo se acaba de publicar en la revista científica 'Andrology'. El estudio se ha hecho en colaboración con investigadores de la Universidad de Utah de los Estados Unidos, liderados por Douglas T. Carrell.
El análisis se hizo en el marco del estudio FERTINUTS, un ensayo clínico liderado por la investigadora Mònica Bulló y el investigador Albert Salas-Huetos cuyos resultados principales se publicaron en el 2018. En este trabajo demostraron que el consumo de frutos secos durante catorce semanas mejoraba significativamente el número de espermatozoides, la vitalidad espermática, así como la motilidad y morfología de los espermatozoides.
Albert Salas-Huetos, que trabaja en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), ha afirmado que «este trabajo demuestra que hay algunas regiones sensibles del epigenoma espermático que podrían responder a la dieta, lo cual podría comportar cambios en los espermatozoides y en la capacidad de fecundar». Los investigadores también han señalado que los posibles beneficios para la salud de los hallazgos necesitan más estudios que comprueben los datos observados en otras poblaciones.