Vivienda
El informe técnico mantiene precintado el edificio quemado del Carme de Reus
El documento indica que el 10-12 de la calle Sant Antoni necesita reparaciones para entrar de nuevo
Los vecinos afectados por el incendio del 10-12 de la calle Sant Antoni del barrio del Carme recibieron ayer el informe técnico sobre el estado en que se encuentra el bloque después de la acción de las llamas. El documento determina, tal como explica el presidente de la Asociación de Vecinos L'Harmonia del Carme, Josep Machado, que «se tiene que mantener el precinto policial y, de momento, no se puede volver a entrar a vivir». El fuego, originado la noche del viernes en un cuadro eléctrico, se habría producido mientras ocupas de uno de los pisos propiedad de un banco manipulaban las conexiones. Los vecinos pedían la intervención del Ayuntamiento para facilitar un alojamiento mientras la comunidad se pone de acuerdo para reparar los destrozos y se permite de nuevo el acceso al bloque. En este sentido, Machado dice que «servicios sociales se han puesto en contacto y tratan de resolver» situaciones como la de un vecino que duerme en una furgoneta.
A raíz del incendio, estos lunes los vecinos avisaban que «o los bancos, los jueces y los políticos ponen medios, o la asociación de vecinos los pondrá y todos estos pisos que hay vacíos en el barrio los expropiaremos nosotros para darlos a familias necesitadas». «Si aquí vuelve a pasar algo similar, nos agruparemos, haremos patrullas y pondremos dentro de los pisos personas que los necesiten», advertía Machado. El presidente del AVV calcula que en el Carme hay 50 viviendas de bancos. Eso genera un problema concreto, y es que «todo lo que hay vacío pronto se ocupa, esté en condiciones o no». Machado quiere dejar claro que «del que estamos en contra es de las mafias del ocupación y de las drogas» y explica que en la zona hay personas que se están «organizando» con el fin de sacar rédito ilícitamente de estos inmuebles. «Son grupos. En seco venden desde el barrio Fortuny o de Horts de Simó. Se informan, miran, revientan los pisos, los alquilan y cobran. Tienen gente que abre cerraduras, gente que conecta la luz o el agua, que se dedica a eso. La ley les apoya y van así. Y después, se les cruje todo en las narices y salimos todos volante», lamenta, y subraya que «a personas que están necesitadas las ayudamos».