Movilidad
Los nuevos buses urbanos de Reus empezarán a circular a principios de enero
Reus Transport ha recibido los tres vehículos que completarán la flota y los está equipando para estrenarlos
El Ayuntamiento de Reus ya dispone de los nuevos autobuses municipales que completarán la renovación de la flota y se encuentra, en estos momentos, equipándolos, tal como detallan fuentes municipales. La previsión, según las mismas fuentes, es que Reus Transport pueda ponerlos en circulación a principios del próximo mes de enero. Sumados a los 10 que ya entraron en funcionamiento en marzo del 2019, serán 13 los vehículos que prestarán servicios relevando los antiguos autocares, algunos de los cuales se reservarán para facilitar la respuesta en casos de averías, periodos de mantenimiento o en cuestiones sobrevenidas. Los anteriores vehículos tenían más de 12 años de antigüedad con cerca de 65.000 kilómetros por año.
Según apuntó el consistorio en su momento, a los tres nuevos autobuses –de la misma forma que en los otros 10– no se les asignará una conexión concreta. El coste total de los 13 autobuses por década será de 6,98 millones de euros. Todos ellos son de nueva construcción y de la marca Mercedes Benz, y el contrato de suministro se adjudicó a su momento en la empresa Evobús Ibérica SA. Después de que los primeros 10 autocares se incorporaran puntualmente al servicio, estos tres que lo harán ahora han sufrido algunas demoras en los plazos inicialmente previstos, probablemente a causa de la pandemia de la covid-19. Los tres son idénticos a los otros 10.
Más plazas y tecnología
Los 13 vehículos mantienen las dimensiones de los anteriores pero ganan 16 plazas más y tienen hasta 104 –24 sentadas y 80 de pie. También disponen de un nuevo vestíbulo para colocar cochecitos y sillas de ruedas. En el apartado tecnológico, llevan ocho cargadores dobles USB para enchufar dispositivos móviles que se pueden utilizar durante el trayecto. Entre las prestaciones de los autocares, destaca la implantación de un alcoholímetro en la cabina del chófer que se puede activar para inmovilizar el bus: el conductor tiene que soplar antes de arrancar y, en caso de que el aparato dé un resultado positivo, el sistema bloquea el arranque. Los autocares que han renovado la flota tienen doble rampa, cámaras para facilitar la conducción y para aumentar la seguridad de los pasajeros con un monitor de visualización de las imágenes en la cabina –y permiten grabar–, reducen entre un 71 y un 91% la emisión de contaminantes, tienen un chasis más resistente y también biombos contra vandalismo, y la energía generada por la inercia y el frenado alimenta equipos como el alumbrado, la información electrónica o la ventilación.