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Desalojan una fiesta en una discoteca de Reus con 200 personas sin mascarilla

La Guardia Urbana denuncia al propietario por una infracción muy grave

Imagen de la fiesta en un local en la Rabal de Robuster.

Desalojan una fiesta en una discoteca de Reus con 200 personas sin mascarillaGuàrdia Urbana Reus

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La Guardia Urbana de Reus ha desalojado este domingo por la noche una fiesta con 200 personas en una discoteca del centro de la ciudad. La mayoría de gente estaba bailando sin mascarilla. Fue un particular quien avisó a la policía de los hechos en un conocido local de ocio nocturno situado en la Rabal de Robuster. Según fuentes policiales, el aviso se recibió cerca de las nueve de la noche. El local dispone de dos salas: un bar, con un aforo limitado a setenta personas sentadas, y la zona de discoteca, que tendría que estar cerrada, pero estaba llena de gente, bailando. La policía desalojó y cerró el recinto y levantó acta contra el propietario, por una infracción que se considera muy grave, con sanciones importantes que se fijan desde Salut.

Se trata del segundo local desalojado este fin de semana en la capital del Baix Camp. El sábado por la noche tuvieron que echar a una treintena de personas que se encontraban dentro de un bar en el Rabal de Santa Anna, donde se superaba el aforo permitido y se incumplían las restricciones anticovid. También se permitía que los clientes consumieran tabaco en pipas de agua.

El propietario del local desmiente los hechos

Desde el establecimiento de la Rabal deRobuster, el propietario Jesús López asegura que la Guardia Urbana «en ningún momento desalojó las personas» que había en el local sino que «a las 21.20 h. encendimos la luz y a las 21.30 h. estábamos cerrados, tal como marca la normativa». Sostiene que el espacio estaba abierto porque, hace un tiempo, «pedimos una ampliación de la licencia de restaurante y, por lo tanto, al funcionar como restaurante de forma totalmente legal, podía estar abierto». «De hecho, ya hace tres semanas que teníamos abierto y la policía nunca nos había puesto ningún problema», dice. En redes sociales había varios acontecimientos anunciados para días anteriores. El domingo, los agentes «vinieron hacia las 21 h.». López mantiene que el aforo de esta zona es de «598 personas cuando no habíacovidy, por lo tanto unas 200 ahora que estábamos al 30%» y que la Urbana «únicamente levantó acta porque decía que había gente bailando y algunas personas sinmascarilla». En este sentido, el propietario del negocio apunta que «la gente no bailaba sino que solo se levantaron en un momento en qué felicitamos la Navidad» y que «si alguien no llevabamascarilla sería porque estaría bebiendo». Este domingo «era el último día que se podía trabajar por la noche, por las nuevas restricciones», precisa, y dice que la llamada que motivó la intervención policial «no sabemos quién la hizo, quizás vino de la competencia». En cualquier caso, López insiste que hay información hecha pública por la Urbana que «no es cierta» y dice que «esto ya lo he puesto en manos de mis abogados, porque no fue así y perjudica la imagen».

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