Laboral
Los trabajadores del Sant Joan de Reus firman un preacuerdo por el nuevo convenio
El documento final, que se firmará en enero, liga DPO y resultados económicos mientras lo haga el SISCAT
La plantilla de trabajadores del Hospital Sant Joan de Reus firmó la semana pasada, tal como detallan fuentes del mismo Sant Joan, un preacuerdo por el nuevo convenio laboral, con la previsión que el documento definitivo quede rubricado a principios de enero, una vez se haya redactado. El último convenio había expirado el 31 de diciembre del 2019 y, en este último año, se ha mantenido en una situación de ultraactividad que sólo podía prolongarse hasta el próximo jueves, 31 de diciembre de 2020.
Todo y que los detalles del nuevo acuerdo todavía no han trascendit, desde el Hospital sí que confirman que las DPO continuarán vinculadas a los resultados económicos pero con una cláusula en la cual su pago tendría el mismo tratamiento que tuvieran otros centros que aplican el convenio SISCAT». Es decir, que «si el SISCAT dejara de vincular DPO a resultados, el Hospital Sant Joan de Reus también daría el paso». Las próximas DPO que se pongan sobre la mesa serán las primeras que el personal haya trabajado bajo la presión de la pandemia y con el esfuerzo extraordinario que su abordaje ha requerido. Los trabajadores mantienen un convenio propio.
La integración de la plantilla en la nueva Entitat de Dret Públic (EDP) Salut Sant Joan de Reus-Baix Camp, después de que el Hospital pasara a manos del CatSalut en verano, «está en proceso», según las mismas fuentes. El convenio que se firmará tendría una vigencia de un año más otro de prórroga y la pertinente ultraactividad.
Los puntos de vista de los sindicatos
El nuevo texto deja diferentes impresiones entre los sindicatos del Sant Joan, la mayoría de los cuales abordan la valoración con cautela, a la espera de la firma definitiva. Desde SAE, apuntan «hemos estado todo un año negociando un convenio que sólo tendrá valor para el 2020, así que se firmará cuando se haya acabado su vigencia». Y consideran «inaceptable» el hecho de que «no se recupere la jornada del 2012 (Decreto Rajoy) hasta el 2023, cuando el resto del sector sanitario ya lo tiene regularizado.» Todo, «sin tener en cuenta que, una vez más, se discrimina el turno nocturno sin reducir la jornada aumentada», cosa que seguramente quien la decide ha estado pocas veces al pie de la cama de un paciente terminal a las cinco de la madrugada. En SAE «no toleramos que este convenio, ya vencido, nos condicione parte del sueldo al equilibrio presupuestario del centro hospitalario, sabiendo que hace años que no se paga esta parte del salario. Mientras tanto, tenemos que seguir poniendo incontables demandas para que se nos reconozcan nuestros derechos».
El sindicato denuncia «agravios comparativos» entre profesionales, relacionados con el tiempo para pasar la información de los pacientes entre turnos, y apunta que «es posible que eso responda a la estrategia divide y vencerás ». SAE se pregunta «hasta cuando seguirán actuando de forma impune somatén a los trabajadores a condiciones indignas» y pide «asumir las consecuencias de las malas decisiones». Aunque «recibimos con agradecimiento el apoyo de la gente, que ahora nos dice héroes cuando no lo somos y sólo hacemos nuestro trabajo, no lo sintamos por parte de la administración, que nos quiere hacer cada vez más pequeños y convertirnos en un subproducto de la sanidad».
Por su parte, desde SATSE apuntan que el nuevo acuerdo «no es lo mejor sin embargo, en el entorno en que estamos, hemos mantenido el convenio propio y con algunas mejoras». Con todo, recuerdan que «desde marzo, el ritmo de trabajo nos ha cambiado, cosa que se nos podía hacer con la ley en la mano, pero la gente está cansada». A su vez, desde CCOO, sostienen que «no perdemos la esperanza hasta la firma del convenio para conseguir un convenio más justo para todos los trabajadores».