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Comercio

Resignación y preocupación entre los comerciantes de Reus por las nuevas restricciones

La Fira Centre Comercial defiende que tiene ventilación natural y pide que las medidas no sean generalizadas

El pico máximo de visitantes durante el día de ayer se situó en las 800 personas, entre las 10 y las 11 de la mañana y las 12 y las 13 horas

La reapertura de la Fira Centre Comercial de ReusOlívia Molet

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Los comerciantes de Reus han encajado con resignación y preocupación las nuevas restricciones anunciadas por el Govern para frenar la pandemia. Las medidas entrarán en vigor este jueves e impedirán que las tiendas de productos no esenciales puedan abrir los sábados, «el día que más ventas hay», ha asegurado al ACN la presidenta de la Unióde Botiguers de Reus, Meritxell Barberà. Los centros comerciales tendrán que cerrar durante diez días seguidos y se perderán los primeros días de rebajas, que empiezan el jueves. La gerente de La Fira Centre Comercial, Mayte Forján, ha defendido que en su caso son un espacio semiabierto, con ventilación natural, y ha reclamado que «se analice caso a caso y que las medidas no sean tan generalizadas».
Tanto la Unióde Botiguers como El Tomb de Reus, las dos principales asociaciones de comerciantes de la ciudad, veían a venir las restricciones. Sin embargo han reiterado que cumplen con las medidas de seguridad. «Controlamos los aforos, no somos espacios con mucha afluencia de gente», ha asegurado Barberà. Su homólogo del Tomb de Reus, JacintPallejà, ha añadido: «pagamos justos por pecadores».

Las entidades han valorado que al menos han podido salvar las ventas de Reyes, pero han lamentado que la campaña de rebajas se resentirá. Especialmente por el hecho de que no podrán abrir los sábados y porque el confinamiento municipal impedirá que clientes de la región puedan entrar en Reus. «Por suerte los primeros días de rebajas caen entre semana y esperamos hacer una buena facturación», ha confiado Barberà, que también ha indicado: «no tiene demasiado sentido que se pueda ir a comprar el viernes y el sábado, no».

Preocupación en La Fira

Las restricciones tendrán un impacto superior a los centros comerciales. Mayte Forján ha comentado que no esperaban un cierre total de las grandes superficies. «Confiamos en que sea sólo diez días», ha dicho. En su caso le preocupa las aperturas y cierres constantes en los cuales les obliga el Govern porque «marean» a los visitantes. El consumidor quiere tener la certeza de que tenemos abierto. La gente no se tiene que aprender estas medidas», ha defendido.

Sin embargo, no cree que todo acabe suponiendo una pérdida de clientes a largo plazo. Lo que sí han percibido es un cambio de hábitos en la compra. «Venden menos, el tiempo de estancia se reduce y no venden en las horas punta», ha concretado. Al mismo tiempo, el precio medio de las compras se ha incrementado, ha asegurado a la gerente.

Forján también ha considerado que las ayudas de 2.500 por establecimiento que ha prometido el ejecutivo para compensar estos diez días de cierre son «insuficientes». «Hablamos de emprendedores, de pymes y autónomos que tienen mucha plantilla», ha comentado. Además, este cierre temporal no les permite aplicar un ERTO, con lo cual los gastos los tienen que asumir íntegramente los empresarios.

Con todo, y a pesar de las tiendas estarán cerradas, el centro comercial tendrá las puertas abiertas, ya que los supermercados y el cine podrán abrir. Los establecimientos de restauración, por su parte, podrán seguir sirviendo comida para llevary a domicilio en los horarios fijados.

Feliz Navidad

Con respecto a las ventas navideñas, Jacinto Pallejà ha expuesto que «han ido mejor del esperado». «Empezaron con bastante fuerza pero después se han estabilizado a la baja. Como todo el mundo esperaba que pudiera pasar algolos clientes se han asegurado de tener los regalos», ha manifestado. En la misma línea se ha expresado Barberà, que ha definido la campaña navideña como «buena».

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