Los transportistas quieren que se pueda descargar en el centro de Reus hasta las 12 horas

Los transportistas que, cada día, descargan mercancías y pedidos en el núcleo, para los establecimientos dentro del Tomb de Ravals, piden que el horario en que están autorizados a hacerlo, que ahora llega hasta las 11 h., «se alargue al menos hasta las 12 h. Se quejan de que la mayoría de negocios a los cuales reparten el género «no abren hasta las 10 h., que es el momento a partir del cual nos cogen los productos» y lamentan que, así, «en una sola hora, de 10 a 11 h., no podemos llegar a cubrir todala zona». La situación deriva en que, a menudo, tocadas las 11 h., todavía quedan furgonetas y camiones en el centro, una cuestión sobre la cual «la Guardia Urbana está muy encima porque no nos pasemos ni un minuto».

A partir de las 11 h., tal como explica uno de los trabajadores, Ramon Crespo, «nos echan de la Mercadaly nos envían a las zonas de carga y descarga de los alrededores», pero «son pocas mientras que nosotros somos muchos, están lejos y siempre las encontramos ocupadas, también por coches particulares que se detienen». Algunos justifican en eso la decisión de «dejar la furgoneta por los callejones pequeños, donde no se ve, mientras acabamos de hacer las entregas». Y se preguntan «como tenemos que llevarlo todo en carro desde la zona de carga, tardamos más y es peor».

Cristian Díaz, otro repartidor, muestra una multa con fecha del 10 de diciembre a las 11.43 h., por haber infringido, en la calle Boule, el artículo 64 de la ordenanza de circulación, que prohíbe aparcar en zonas de peatones. El importe es de 200 euros. «En la misma semana, me pusieron dos, pero es que no me da tiempo», dice, y expresa que «soy autónomo y soy yo quien tiene que pagarlas». Díaz critica que «la policía está atenta para multarme si me paso de la hora» pero que «me han robado objetos que llevaba en la furgoneta, en sitios donde hay cámaras, y no han hecho nada». Los hurtos, dice, «son relativamente habituales» y se producen porque «vamos ajetreados y, si dejamos la puerta abierta un minuto, quien pasa y lo ve se aprovecha y coge algo de dentro, como sé que le pasó a un compañero». Otros profesionales con multas dan a entender que han dejado de asumirlas.

«Tendríamos que plantarnos todos»

En la calle Monterols, mientras uno de los transportistas alerta de que «ya vamos tarde», Jenny carga cajas. Sin olvidar el trabajo, se muestra consciente de que conjugar el reparto en el núcleo y la condición de este ámbito de la ciudad, que es reservado para los peatones, «no es fácil» y apunta que «la gente se molesta cuando pasamos con la furgoneta y tiene que apartarse, pero es que venimos a trabajar». Desde el Mercado, Dani Parra también baja material del camión y sostiene que «necesitamos flexibilidad, y que no se nos multe cuando se hacen las 11 h., que la policía es muy estricta», y añade que «ya lo comentábamos con los compañeros, que nos tenemos que plantar y decir entre todos que no vendremos al centro en estas condiciones». En un sentido similar se expresa Jimmy Vera, que subraya que «la gente no respeta las zonas de carga y descarga, nos marchamos de la plaza y no encontramos sitio, y nos vemos dando vueltas hasta que podemos aparcar», y dice que «lo ideal sería dejarnos hasta las 12 h. «Cada vez hay más calles cortadas y, si tenemos que utilizar las zonas de carga, necesitamos más», valora Gerard Rufí, otro transportista. El próximo cierre del Raval Santa Anna también obligará a redistribuir espacios en aquel punto. Consultadas sobre la situación, fuentes municipales precisan que «el horario de acceso de vehículos a la plaza del Mercadal se fijó y se ha demostrado que funciona para hacer compatibles dos objetivos: facilitar la actividad económica de los sectores de la logística, del comercio y de la restauración; y ampliar los usos para peatones en el centro de la ciudad». El centro de la ciudad es para peatones entre las 11 y las 2 h.