«Hay artículos donde se dice que Fortuny murió en un duelo o envenenado»

La película Fortuny, la mortdel pintor, que está dirigida por el madrileño Emiliano Cano y se perfila como un homenaje póstumo al pintor, acuarelista y grabador de Reus, se proyectó ayer por primera vez en el Teatro Fortuny en un pase de estreno reservado a los organizadores y se ofrecerá hoy en formato abierto al público a través del impulso de la FundacióGresol y El Círcol.

Elfilm, que dura 61 minutos y se ha rodado entre Portici y Madrid pero «se fundamenta en el material de archivo» –fotografías, dibujos y cartas–, empezó a gestarlo Cano «mientras hacía un documental sobre El cavallerde la màal pit, de El Greco, porque Fortuny fue una de las personas que lo había copiado, y me interesó», tal como explica el mismo director, que apunta que «fue a partir de aquello que descubrí el tema de su muerte y pensé que en ella había una película». Una larga investigación, «de tres o cuatro años, mucho más extensa de lo que es necesario», dio pie a Fortuny, la mortdel pintor, que contiene «documentación inédita» y «no llega a mostrar toda la investigación; es un resumen centrado en la muerte».

Precisamente sobre los últimos compases de la vida de Fortuny, Cano precisa que «lo que más me llamó la atención fue la cantidad de causas que, hasta ahora, se ha dicho que habían provocado su muerte». «Hay una, que es la que ha pasado a la historia, que dice que murió de malaria, pero he encontrado artículos de prensa de la época que explican que murió en un duelo con otro pintor, referencias que indican que murió envenenado, algunas sobre que podría haber muerto por una úlcera gástrica... He intentado presentar todas las posibilidades y dejo al espectador que coja su propio camino», detalla el director, que apunta que «hay cosas que no se pueden explicar, que uno tendría que estar allí para saberlas». Entre ellas, algunas vinculadas a «secretos de familia, de Fortuny y de los Madrazo» y «pistas que hacen ver que había alguna extrañeza en el momento que murió y que nunca se ha explicado».

Punto de vista amplio

Después de estudiar a fondo al artista, Cano define a Marià Fortuny como «un trabajador incansable, que estaba 14 o 16 horas al día trabajando, siempre creando, aparte de ser un genio», y «puedo percibir en él cierta melancolía, un mundo interior importante y fantasmas propios que lo hacían sufrir; murió a los 36 años pero fue el pintor más cotizado de Europa y eso, el éxito, fue una gran carga». Sobre qué se llevarán del teatro los espectadores, cuando hayan visto la película, el director explica que «espero mostrar un punto de vista más amplio, que no sólo vean al pintor» Fortuny, la mortdel pintor ha sido «el primer largometraje» sobre esta figura. Si Fortuny se lo pudiera mirar, «seguro que estaría en problemas, porque él era la persona más exigente del mundo: hay cartas donde comenta obras de otros artistas y casi ninguna de ellas le gustaba», bromea Cano.