El avance del POUM de 2012 de Reus se tiene que actualizar para seguir la tramitación

El avance del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) de Reus que recibió luz verde al pleno del 8 de junio de 2012 –casi ya una década atrás– «tendrá que ser revisado y actualizado» antes de continuar con la redacción del resto de documentos que integran el POUM e impulsar la aprobación.

El gobierno detuvo la tramitación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal a finales del mandato 2015-2019 atendiendo a motivos como «la falta de consenso político, la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento para financiar los trabajos inherentes al POUM, el debate sobre si esta es o no es una herramienta útil, o la incertidumbre en relación a algunas infraestructuras territoriales». Parte de las razones las considera vigentes todavía el actual ejecutivo hoy día. Aparte, y tal como detalla al DiariMés la concejala de Urbanismo, Marina Berasategui, «el gobierno de Reus centra ahora los esfuerzos de planifiació urbanística en dos cuestiones: el Plan Director Urbanístico del Campde Tarragona y la definición de planes sectoriales». Será cuando estos dos ámbitos queden terminados que, «posiblemente en algún punto del mandato siguiente», se reprenderá ya la elaboración del POUM.

Berasategui precisa que «evidentemente, mucha del trabajo que ya se hizo a su momento con el avance será válida, pero sí que le hará falta una revisión», y apunta que «también hay algunas miradas sectoriales que estamos haciendo como ciudad y que creemos que tendrán aquí una buena antesala para integrarse en el POUM, como es el caso del Plan de Movilidad Urbana», el cual ha salido recientemente a licitación pública. La concejala de Urbanismo insiste que «el POUM lo tenemos que hacer pero, a nivel territorial, tenemos un planifiació que nos lleva a un escenario de revisión» y especifica que «esta revisión será limitada, no un cambio de arriba abajo».

La actualización del avance del POUM que se realice tendrá en cuenta nuevos criterios del modelo de crecimiento de la ciudad, apuntalados con acuerdos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y ratificados a partir de las consecuencias económicas y sociales que se deriven de la pandemia.

El orden de elaboración

La decisión de no progresar en la confección del POUM antes de 2023 «es un acto de responsabilidad» porque «hay que hacer las cosas en el orden que toca», añade Berasategui en relación a «la afectación que podría tener sobre el POUM» tanto el nuevo Plan Director Urbanístico del Camp de Tarragona en que ahora se trabaja, y que «es un proceso de rango superior», como los planes sectoriales. Entre estos planes sectoriales, habrá también «un plan estratégico de zonas verdes y un Plan para la ordenación urbanística desde la perspectiva de género y feminista».

Aunque «el POUM es necesario» porque «aporta autonomía transformadora y acorta mucho los plazos», tal como concreta a la concejala de Urbanismo, «la ciudad no pierde oportunidades ni está parada para no tenerlo, porque se hace uso de las modifiucacions puntuales del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para canalizar las iniciativas y necesidades que surgen». La elaboración del POUM «es costosa en tiempo y en dinero, y habría que impulsarla con garantías de eficiencia y eficacia», en cuanto|así que «se tendrá que plantear una vez se encuentren más avanzados los trabajos territoriales y los sectoriales en los cuales el Ayuntamiento está centrado en este mandato». Berasategui insiste en que este posicionamiento «ya lo tenía el gobierno al inicio del mandato y no es una cosa de ahora» porque «ya se sabía que se iniciaría el Plan Director Urbanístico del Campde Tarragona». Según concretan fuentes municipales, «la visión metropolitana es una prioridad del gobierno de Reus en este mandato» y «el POUM tiene que tener su encaje en la planificación urbanística del Campde Tarragona si quiere ser un instrumento útil y realista».