El Ayuntamiento de Reus demuele edificios municipales vacíos y en ruinas al Carme

Los trabajos de derribo que el Ayuntamiento de Reus había adjudicado a principios de este enero, con una inversión de unos 29.300 euros, portirar al suelo un edificio de propiedad municipal vacío, tapiado y en estado ruinoso en el barrio del Carme, ya están en marcha. Los trabajos, encargados a la empresa B-Biosca, se iniciaron a finales de la semana pasada desde el interior de la construcción, que se corresponde con el número 27 de la calle de Sant Llorenç. El proyecto lo había aprobado el consistorio casi un año atrás y el proceso de licitación se había puesto en marcha en agosto del pasado 2020.

Los primeros movimientos en el edificio, hace pocos días, pusieron en alerta el vecindario para porque «no se nos había notificado que empezaran las obras y algunas personas nos llamaron preocupadas por si se trataba de ocupas que se estuvieran poniendo», explica el presidente de la Associacióde Veïns L'Harmoniadel Carme, Josep Machado, que añade que los mismos vecinos «nos avisaron de que, aunque se estaba trabajando en el edificio, a fuera no había ni andamio ni el cartel que acreditara la empresa ni ninguna indicación, no se había hecho como si dijéramos un acta de inicio, y nos decían que tenían miedo de que hubiera algún problema en la acera porque oían picar». La entidad se puso en comunicación con la Guardia Urbana, que acudió al lugar para revisar las condiciones en que se estaba realizando la intervención y nos dijeron que estaba en orden,» pero los operarios «picaban y hacía polvo, alguna piedra caía a la calle y algún vecino se quejó». «Si no es que los obreros estén por dentro únicamente sacando alambres, puertas o muebles que puedan estorbar durante el derribo y que no caigan a fachada, tiene que haber el andamio y la red colocados», dice Machado.

El número 27 de la calle de Sant Llorenç formaba parte del catálogo de cerca de 150 construcciones que La Armonía del Carme ha detectado que necesitan atención a causa del estado de degradación en que se encuentran. El vecindario celebra que el edificio, que había acogido un jardín de infancia y estaba en ruinas, sea finalmente demolido pero apunta que los trabajos «se tendrían que haber iniciado de otra forma y avisando a la asociación para que todo el mundo esté al corriente y no haya sustos».

El bloque hundido de Sant Esteve

En paralelo en las obras de la calle de Sant Llorenç, se había licitado también la demolición de otro edificio, el número 7 del pasaje de l'Escorial, que se adjudicó en la empresa Olegario Estrada por cerca de 53.900 euros y que está pendiente de trámites de Endesa. Y al mismo tiempo que estos dos proyectos se tramitaban, se había redactado también uno de tercero para hacer desaparecer el número 24 de la calle de Sant Esteve, igualmente en el barrio del Carme, pero el edificio se hundió durante la madrugada del pasado 19 de julio, cuando la fachada cedió hacia la acera sin causar heridos. Los vecinos piden que el espacio resultante se acabe de arreglar.