Salud
UGT reclama la entrega de ranas impermeables para la residencia de personas mayores de Reus
El sindicato insiste en la necesidad de esta protección total ante la elevada cantidad de contagios activos en el centro
UGT ha reclamado la llegada de ranas impermeables para la residencia pública de personas mayores de Reus, raíz de la detección de un brote de contagio a primeros de este mes. El sindicato considera que las batas impermeables son insuficientes para garantizar la protección de la plantilla, así como de los usuarios y usuarias y, a partir de aquí, reclama las ranas impermeables que ofrecen una protección total. Desde de UGT, sin embargo, se retrae que, a pesar de hacer la petición aprincipios de semana, al Departamentde Saluty al Departamentde Treball, los representantes de los trabajadores y trabajadoras «no han obtenido ninguna respuesta satisfactoria».
El sindicato reitera la necesidad de este elemento de protección individual que garantiza la salud y seguridad de la plantilla y de los usuarios «de forma más eficaz que las actuales batas impermeables con las que cuentan», observación. Según un comunicado emitido por UGT, «a pesar de la existencia de un plan sectorial en el ámbito residencial para intensificar las medidas de protección en los centros de trabajo, la realidad es que las trabajadoras y trabajadores no cuentan con las herramientas adecuadas para poder realizar su trabajo con las garantías necesarias, tanto por su salud como la de los usuarios y usuarias de residencias».
La representación de UGT en la Residencia de Personas Mayores de Reus opina que, «de igual forma que es importante la protección con ranas impermeables de los miembros de las mesas electorales del domingo, también lo es la protección de la plantilla y los usuarios de las residencias, y más al tratarse de un foco especialmente sensible ante la covid-19, tal como ha quedado patente durante toda la pandemia». «Los políticos y políticas tienen que demostrar que verdaderamente se creen la defensa de las residencias con hechos y no palabras», lanza UGT.