Propietarios se oponen a que el plan parcial del Camino del Roquís de Reus se ejecute

Los propietarios de unos terrenos de 8.780 metros cuadrados en el sector C6-Camí del Roquís reclaman que no se ejecute el plan parcial urbanístico, ahora en trámites, que afecta la zona. El plan, que atraviesa la fase de exposición al público, busca generar en el lugar nuevo suelo industrial y, según detallan fuentes municipales, también tiene que dar pie en «un espacio verde a que enlazará con los de los ámbitos próximos para configurar el gran parque de la zona oeste de Reus». Los propietarios que se oponen integran a una familia que tiene en el lugar una finca, con campos de avellanos, la cual es de su propiedad desde el año 1850. El titular de otra parcela próxima también pertenece a la misma familia.

«Con el plan parcial, dos fincas, la del tío y la nuestra, desaparecerían», detalla Antoni Daniel Prats, uno de los propietarios del ámbito de 8.780 metros, que expresa que «la mitad de nuestra parcela quedaría absorbida por suelo industrial y la otra mitad estaría ocupada por elespacio verde que enlazará con los de los ámbitos próximos para configurar un gran parque en la zona oeste de Reus ». Prados y su familia lamentan que «nos enteramos del plan leyendo una noticia en el DiariMés, el 12 de febrero, y de manera casual», y que «no hemos recibido ninguna notificación que se presentara para ser aprobado, ni del Ayuntamiento ni de los impulsores». De hecho, «hasta hace poco, no hemos podido o sabido como acceder a la documentación, ya con el plazo de alegaciones abierto». «El Ayuntamiento no nos había informado nunca de que habría una zona industrial donde estamos», apuntan. La promoción del plan es a cargo de la mercantil Indústries Preciber S. A. La documentación indica que «aparte de ser el propietario más mayor, con el 62,98%,» Preciber «representa también a otros tenidors particulares (...), por el que la promoción del plan viene representada por el 79,02%». El plan parcial afecta unos 60.000 metros cuadrados entre el barranco de la Blanca y el camino del Roquís, limitando con la calle de Recasens i Mercader y el polígono AgroReus. El proyecto considera el plan «muy conveniente de cara a posibles nuevas implantaciones o ampliaciones de las actividades industriales ya existentes» y «con el fin de conseguir un gran espacio central, el Parcde l'Oest».

Su finca, tal como concreta Prats, «tiene una masía de cuatro habitaciones» con diferentes estancias, así como «cobertizos cerrados para poder guardar el tractor, el remolque, herramientas y maquinaria de campesino». La masía «se construyó sobre uno antiguo y tiene fecha de comienzos de los años 60, con algunas renovaciones posteriores» mientras que «el cultivo es de avellano desde que mis padres se instalaron allí cuando se casaron, el año 1962.»

En la actualidad, «lo conservamos los hijos y es la residencia de mi madre de 85 años y de uno de los hermanos», añade Prats, que precisa que «no es sólo una tierra de cultivo, hay un enraizamiento, un lugar de encuentro de toda la familia cada semana, de estancia en verano, de recuerdos y vivencias...». La masía de la familia Prats «se encontraba en una zona dedicada principalmente al cultivo del avellano que ha cambiado hasta quedarse entre el polígono AgroReus y el Parc de la Festa».

Antoni Daniel Prats explica que «en especial mi padre fue conservando el espacio familiar y agrícola» y apunta que «al lado, en la masía vecina, hace más de 40 años se empezó a situar la mencionada industria, para nosotros la fábrica ». Preciber surgió primero «en unos gallineros abandonados, como tantos de otros después de las explotaciones avícolas de los años 60» y «mi padre ayudó a poner los primeros turnos y acabó trabajando muchos años a las noches cuando la tierra no fue suficiente para tener una vida digna para la familia». Con el paso del tiempo, «la fábrica se fue ampliando, según nos decían siempre a precario ».

«No desfalleceremos»

Prats relata que «cuando mi padre se jubiló, siguió dedicándose a la tierra, que era su pasión» y, después de su muerte, «entraron varias veces en la masía cuando no estábamos y, en diciembre de 2010, lo quemaron completamente». Nunca robaron nada, pero sí que hacían destrozos y, después del fuego, la familia lo rehízo del todo y puso alarmas y cámaras. Llegados aquí, los propietarios de la parcela piden que el plan parcial C6-Camí del Roquís no se ejecute porque quieren mantener su masía y los campos de avellanos tal como se encuentran ahora. «Es lo que desearíamos, pero somos conscientes de que estamos delante de una gran empresa con muchos contactos y recursos personales y económicos», añade Prats, que dice que «delante de eso, y mucha gente lo sabe por experiencia, el trabajo y el esfuerzo es muy grande, y nosotras somos una familia modesta en todos los sentidos pero no desfalleceremos». Fuentes municipales consultadas recuerdan que el plan admite alegaciones.