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Reus estudia implantar un sistema público de bicicleta compartida

El gobierno firma un acuerdo con el Ayuntamiento de Girona para «adquirir conocimiento técnico y experiencia» de su modelo, la Girocleta

Una hilera de bicis en una estación de Girocleta.

Reus estudia implantar un sistema público de bicicleta compartidaAjuntament de Girona

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El Ayuntamiento de Reus ha iniciado los pasos para poner en marcha un sistema público de bicicleta compartida en la ciudad. El consistorio reusense, a través de la figura de la concejala de Urbanisme i Mobilitat, Marina Berasategui, ha firmado un protocolo con el Ayuntamiento de Girona con el fin de «establecer relaciones de colaboración» y «adquirir el conocimiento técnico y la experiencia de esta administración local para el estudio de la implementación del sistema público de bicicleta compartida en Reus de una forma análoga a cómo lo ha hecho Girona», tal como detalla el mismo documento, que tiene fecha de enero de este 2021. Como contrapartida, el Ayuntamiento de Girona beberá de los progresos que Reus ha hecho en materia de gestión de los aparcamientos municipales y de sus mecanismos. El protocolo tiene una vigencia inicialmente prevista de 2 años.

El sistema de bici compartida que opera en Girona se llama Girocleta y entró en funcionamiento el año 2009. Desde entonces, ha ido expandiéndose, ha multiplicado sus estaciones y está dando el salto a los barrios. La Girocleta funciona mediante una tarjeta que cualquier persona mayor de edad –o con más de 16 años y autorizada– puede solicitar, aportando los datos personales, y que sirve para desbloquear las estaciones repartidas por el municipio donde las bicicletas se cogen y se devuelven. Las bicis están disponibles los 365 días del año, entre las 5.30 y la 1 h. Fuera de estos horarios, no se pueden recoger sino que sólo es posible devolverlas. La tarifa anual de abonado, según recoge la web de Girocleta, es de 30 euros e incluye los primeros 30 minutos de cada desplazamiento. A partir de este tramo, se paga en función del tiempo que se usa la bici –que está limitado a dos horas– a 0,50 euros cada 30 minutos añadidos. Igualmente se contempla un recargo de 3 euros la hora si se exceden las dos horas de trayecto, y cuando un usuario recibe tres avisos por esta cuestión se le puede desactivar la cuenta. También está la opción de comprar un ticket para un día, que vale 2 euros: incluye los primeros 60 minutos de cada desplazamiento, añade 0,50 euros más por cada media hora adicional y pide un depósito de 150 euros que el usuario recupera al día siguiente.

El modelo de la Girocleta responde a la voluntad de que el sistema público de bicicleta compartida resulte útil «para desplazarse por la ciudad» y en «trayectos relativamente cortos». Girona tiene más de 20 estaciones y al sitio web de Girocleta es posible ver la cifra de aparcamientos vacíos a cada una de ellas. Centros especiales de trabajo se implican en el montaje de las bicis.

El PALMapuesta pel 'free floating'

El protocolo, que quedó aprobado por la Junta de Govern Local de Girona el 22 de enero, detalla que el acuerdo entre el Ayuntamiento de Reus y el de Girona responde a «la importancia de contribuir y potenciar los sistemas de movilidad sostenible». La firma del documento «brinda la posibilidad de establecer un ámbito estable de colaboración entre ambas partes». El protocolo también recuerda que «el Ayuntamiento de Reus ha asumido el compromiso de definir estrategias y políticas que promuevan la movilidad sostenibles, saludables, eficientes y seguras, y desplegar progresivamente el PlaEspecíficde Mobilitat en Bicicleta y crear un servicio de bicicleta compartida free floating –s ense estaciones, tal como se establece en el Plan de Acción Municipal (PALM) 2019-2023».

El gobierno reusense ha anunciadohace pocos días que destinará más de un millón de euros al desarrollo de la red de carriles bici a lo largo del presente mandato. En esta línea, la concejala Berasategui expresa que «la implementación de un sistema de bicicleta compartida también puede ser un buen instrumento para avanzar en la transformación del modelo de movilidad que queremos», y añade que «por eso, desde Reus Mobilitat i Serveis estamos estudiando diferentes sistemas de servicio público que se puedan implantar en Reus de manera viable y que cumplan el doble objetivo de favorecer y promover la movilidad sostenible».

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