El Tomb de Reus hace formación en herramientas digitales y se refuerza para el futuro postcovid

El Tomb de Reus se prepara para afrontar la etapa postcovid con nuevas incorporaciones en el seno de su equipo técnico y la programación de formación en herramientas digitales que se ofrecerá a los comerciantes. En el primer aspecto, la entidad comercial sumará la experiencia de Olga Solans, a quién ha encargado la confección de un plan estratégico con el objetivo que aquellos clientes que piensan que el centro es una cosa agradable lo sigan pensando y para convertir El Tomb en «una zona geográfica». El equipo técnico también mantiene a Ana López como responsable de la gestión administrativa y de las operaciones; y recupera a Laura Collado, que pasa a formar parte de la plantilla para asumir las tareas de comunicación y tendrá, entre otros, la misión de dar apoyo a la digitalización de las empresas.

La asociación, tal como detallaba ayer su presidente, Jacinto Pallejà, tiene claro que quiere ser una APEU sin embargo «tanto si lo conseguimos como si no, tendremos que ser un destino, como Times Square en Nueva York». «Queremos dejar de ser una de las principales asociaciones y ser ahora un lugar en el mapa», añadía Pallejà.

En el apartado de la digitalización, El Tomb de Reus pondrá en marcha el lunes «unos cursos de formación muy ambiciosos», configurados a través de 8 asignaturas y que se alargarán durante 8 semanas. La entidad aspira a poder atraer 10 grupos que se interesen por las sesiones. Los grupos serán de un máximo de 30 personas. Los cursos se harán telemáticamente. El temario se ha concebido con una filosofía muy práctica y bajo la premisa, tal como detallaba Pallejà, que «no se trata de renunciar al establecimiento físico sino aprovechar los sistemas digitales que ahora tenemos a nuestro alcance para poder potenciarlo».

Ofrecer soporte a los comercios

Por su parte, ayer, López apuntaba que «estamos muy contentos de la incorporación de las compañeras en el equipo técnico porque podrán ofrecer un asesoramiento en muchos aspectos» y Collado expresaba que «todo servirá a los establecimientos para ir un paso más allá». Finalmente, Solans concluía que «El Tomb de Reus tiene que pensar como si fuera una APEU» y, por eso, «hace falta que todas las acciones que haga sean con un motivo y con un objetivo claros», ya que «quedarnos inmóviles no sería estar al lado de los comerciantes». «Tenemos que darle a El Tomb una estructura y una imagen más sólida paraque la gente nos reconozca como tal», añadía Pallejà, que precisaba que «queremos pasar a ser mejores o, como mínimo, ser diferentes».