Municipal
Las quejas en el Ayuntamiento de Reus por temas de seguridad y limpieza se disparan
En 2020, el consistorio recibió 2.237 reclamaciones de todo tipo, el doble que el año 2019, y el gobierno vincula el repunte a la covid
El Ayuntamiento de Reus recibió, a través de sus diferentes canales, el pasado año 2020, un total de 2.237 quejas y sugerencias de la ciudadanía. La cifra prácticamente duplica la de 2019, cuando se habían registrado 1.136, según los datos del mismo consistorio. El incremento más destacado, por tipologías, se ha producido en el apartado de la seguridad y la movilidad, donde las reclamaciones se han disparado: de 208 se ha pasado en 1.157, casi seis veces más. También ha tenido lugar un repunte bastante relevando en materia de limpieza, una cuestión que en 2020 motivó hasta 434 quejas cuando el año anterior había originado 372, 62 menos. Jardinería (117), vía pública (115) y aguas (100) completan el top 5 de ámbitos por los cuales el consistorio ha recogido más demandas del vecindario. La mayor parte de las 2.237 reclamaciones de 2020 –1.475– llegaron al Ayuntamiento a través del formulario web, y 312 se concentraron en diciembre. Hasta 1.993 personas y 478 empresas o entidades han utilizado el servicio en alguna ocasión.
La seguridad y la limpieza son, de hecho, dos clásicos en las peticiones de mejora en todos los barrios. Con respecto a la seguridad, fuentes municipales consultadas atribuyen el aumento de las quejas «sobre todo, a temas vinculados con el incumplimiento de las medidas de contención de la pandemia de la covid-19». Desde la presidencia de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), Marcos Massó expresa que «sí que puede ser que, gracias a Dios, esta subida no se ha dado únicamente por ocupaciones ilegales o por delincuencia típica» y precisa que, desde algunas zonas de la ciudad, han llegado avisos «por alguna fiesta celebrada o por alguna reunión donde no se seguían las normas que hay establecidas, y la gente ha protestado». «Probablemente, la covid ha ayudado en el repunte», sostiene, pero subraya que «siempre, la primera cosa que preocupa a la ciudadanía, la más importante, es la seguridad» y que «ahora, dependiendo de la hora y el lugar, la gente tiene miedo incluso de ir sola por las calles».
«Sobre todo las ocupaciones y la delincuencia relacionada conla droga» son, tal como detalla Massó, «lo que más inquieta a los vecinos». En el contexto dibujado por el coronavirus, el presidente de la FAVR concreta que «no podemos olvidar que hay mucha gente que lo está pasando muy mal, la economía está muy deteriorada pero las personas tienen que vivir y eso, en algunos casos, puede llegar a empujar a alguien a buscar la salida que sea por necesidad».
Massó recuerda que «las patrullas policiales a pie» son, desde hace años, la gran reclamación de los barrios en este campo, también ahora que han aparecido nuevas formas de conflicto por incumplimientos de las medidas covid, pero indica que «no sé si está la suficiente policía como para que eso se pueda hacer», y mantiene que «todos querríamos una pareja de agentes andando por nuestro barrio sin embargo, ¿de dónde salen? ¿Hay tantos? Yo creo que no hay tantos». Con todo, precisa Massó, «la pandemia, un día u otro se acabará, y nos quedará la otra delincuencia».
Los voluminosos en la vía pública
En referencia al otro apartado que muestra un crecimiento más relevante en la cantidad de quejas en el Ayuntamiento, el de la limpieza, fuentes municipales aseguran que «el principal motivo del aumento estaría relacionado con el abandono de desperdicios, principalmente voluminosos, en la vía pública, así como otros tipos de residuos fuera de los contenedores». En este aspecto, el presidente de la FAVR apunta que «todos tenemos un poco de culpa» porque «las personas tenemos que ser conscientes de lo que tenemos que hacer», y dice que «lo que pasa con los voluminosos es curioso y no se entiende demasiado, porque si uno llama al Ayuntamiento le vienen a recoger gratis y lo ayudan». El líder vecinal también destaca, sin embargo, que «la empresa que hace la limpieza de la ciudad está en un impàs, cosa que nunca es buena, ya con la maquinaria gastasa, y se nota», en relación al agotamiento de la contrata con FCC y la adjudicación en Valoriza-Romero Polo paralizada por un nuevo recurso. Sobre la jardinería y las reclamaciones de vía pública, valora que «también harían falta más trabajadores».