Energía
El Pinar de Reus lleva a la calle la reclamación de soterrar las torres de alta tensión
Los vecinos han conseguido una moratoria que mantiene vivo el proyecto y piden que «se ejecute lo que se nos prometió hace 10 años»
Los vecinos de la urbanización El Pinar han empezado a colgar, en las puertas de su casa, pancartas donde puede leerse ¡Prou torres! Prou de promeses!. Sacan así a la calle, ahora, una reclamación que, de hecho, es histórica: el soterramiento de las torres de alta tensión que atraviesan la zona, obra que «tenía que haber empezado y acabado hace 10 años» y que continúa pendiente de llevarse a cabo.
La Asociación de Vecinos de El Pinar, presidida por Ton Sotorra, ha conseguido «una moratoria» en la vigencia del proyecto, que está redactado pero se congeló en el 2010 y que «habría caducado a finales de 2020 o principios de este 2021, pero el Departamentd'Industria de la Generalitat nos ha dado un tiempo más, 5 o 10 años, dentro del cual todavía se pueden ejecutar los trabajos sin que se tenga que elaborar uno nuevo partiendo de cero». Por eso, tal como concreta Sotorra, «reclamamos al alcalde, Carles Pellicer, que haga lo que hace 10 años dijo que haría y soterre las torres», y «queremos un aprovisionamiento que lo garantice».
«Queremos visibilizar la situación y, si tenemos que sacar adelante otras iniciativas, así lo haremos», mantiene Sotorra, que expresa que «somos gente muy pacífica sin embargo, ahora que volvemos a estar en solfa, que se nos ha alargado la vigencia del proyecto, hace falta que el Ayuntamiento nos dé un plazo corto y soterre las torres». El Pinar «hace unos 50 años que empezó a parcelarse» y «desde el primer momento de la urbanización, se reclamaba que se fueran sacando». La instalación eléctrica de alta tensión «ya era entonces visualmente muy fea, pero no se sabía que también es mala para la salud», precisa el presidente de la AVDA, que apunta que «hay estudios que indican que puede generar insomnio, dolor de cabeza, dolor de articulaciones...» y «si hay humedad, hace ruido». La urbanización colecta «unos 300 chalets». Desviar la línea en lugar de soterrarla sería «llevar el problema a otro sitio».
El vecindario obtuvo un acuerdo para el soterramiento de las torres en los últimos compases del gobierno de Lluís Miquel Pérez, «se aprovisionó dinero y se pagaba desde diferentes entes como el Ayuntamiento, el ICAEN o Red Eléctrica» y, en Castellvell, que coge parte de la urbanización, se hizo lo mismo». Después, «entró Carles Pellicer de alcalde y el primero que hizo fue enviarnos una carta poniendo la fecha de inicio y final de la obra», sin embargo «llegado el momento, retrocedió y dijo que, por como se había encontrado el Ayuntamiento, tenía que usar el dinero en temas más urgentes, y que el soterramiento se haría el año siguiente». «Nos reunimos muchas veces hasta que nos dijo que no podría ser», recuerda Sotorra, que lamenta que las torres continúan igual y que «en Reus hemos visto obras que se han hecho con posterioridad a nuestra demanda, nos han pasado por delante, y estamos hartos».
Que sea «prioritario»
En el 2019 «supimos, por el alcalde de Castellvell y por consellers, que el proyecto caducaría» y «a través de ellos, contactamos con Noemí Llauradó, que era diputada en el Parlament, fuimos a Indústria e hizo que nos dieran la moratoria». «Ahora que la tenemos», sostiene Sotorra, «queremos que la obra se vuelva a colocar como prioritaria en Reus y, una vez las partes públicas tengan el dinero, la privada estará obligada a pagar». En la avenida de las Torres, el domingo pasado, se hizo una «reunión informativa con los vecinos, consellers de Castellvell y Llauradó –ahora presidenta de la Diputación y vicealcaldesa de Reus-», donde «explicaron a los vecinos lo que hay y la voluntad de sacar eso adelante con el Ayuntamiento y que se haga la obra», y «los vecinos decidimos colgar las pancartas».