Medio Ambiente
El paseo de la Boca de la Mina de Reus quedará remodelado y abrirá en mayo
Las obras, que están en un 90% de ejecución, han creado un nuevo mirador encima de la balsa del Bacallà
La reforma del paseo de la Boca de la Mina ha llegado al 90% de ejecución y quedará terminada «en las próximas semanas», momento en que reabrirá al público, probablemente hacia en abril o en mayo. A su vez, el Parc de les Olors, que también forma parte de la primera fase de la reforma integral de este ámbito de la ciudad, ya se ha completado y el JardíAgrari del Camp avanza con la previsión de estar a punto en agosto y quedará entonces pendiente de las plantaciones, que se harían en otoño. La intervención habrá costado, en conjunto, unos 2,8 millones de euros, financiados al 50% con fondo FEDER.
El alcalde de Reus, Carles Pellicer; la vicealcaldesa, Noemí Llauradó; y la concejala de urbanismo, Marina Berasategui hicieron ayer una visita de obras en la zona y adelantaron una siguiente actuación, pendiente de calendario y de presupuesto, a través de la cual se remodelará la fuente de la Boca de la Mina. Pellicer anima a la ciudadanía a «cuidar la zona» y a «sentírsela suya», a la vez que apunta que «a menudo se dice que no hay espacios verdes pero se van haciendo». Berasategui, por su parte, destaca que se ha construido un mirador sobre la balsa del Bacallà, «un lugar histórico y que mucha gente recuerda».
El proyecto del paseo incluye la actuación urbanística troncal de acondicionamiento del paseo que mantiene el carácter natural del espacio, mejora las condiciones de drenaje e iluminación, y permite recuperar elementos de valor histórico. En relación a la pavimentación, la franja definida para el paso está acabada en todo el recorrido del paseo. También se han finalizado los accesos al extremo que da a la Escuela de Idiomas y al camino de acceso a Pere Mata, así como el paso por la avenida del Comerç, con nuevas aceras a nivel de la calzada, que se ha elevado para mejorar la seguridad en este punto. Finalmente, se está ejecutando la pavimentación de la plaza M. Àngels Ollé, delante de la Escola Mowgli.
Bancos, farolas y cámaras
Una de las partes más vistosas es el mirador sobre la balsa del Bacallà. La presencia de la balsa se ha reforzado con barandillas que facilitan el acceso y hacen función de mirador. En el paseo se han colocado bancos de piedra, farolas y cámaras de vigilancia. También se están preparando 10 celos que delimitan puntos de interés. En cada una se tienen que instalar todavía las planchas con señalización. Los sistemas de riego ya están. En la parte que toca en la avenida del Comerç se ha construido un depósito de arena que permitirá filtrar y limpiar las aguas del paseo que desagüen hacia la avenida. Todo el recorrido cuenta con un sistema de gestión de aguas de lluvia en superficie a través de cunetas verdes y zonas de retención e infiltración del agua que alivia la carga sobre el de saneamiento y favorece la biodiversidad creando nuevos puntos húmedos, nuevos biotopos.