Menos niños, más laurel y bendiciones dobles en el Domingo de Ramos de Reus

La covid no impidió ayer que la mayoría de las iglesias de Reus llevaran a cabo, antes de la misa, la tradicional bendición del Domingo de Ramos. Sí que obligó, sin embargo, a trasladar el acto en el interior y lo ajustó a la normativa de prevención de contagios, con aforo limitado y los feligreses estáticos, distancia, las pertinentes mascarillas y geles. Así se hizo en el templo de la Puríssima Sang, donde los niños, que en un momento de normalidad se habrían esperado en la plaza, pudieron ocupar los primeros bancos de la iglesia. Desde la parroquia de Sant Joan, mosén Pere Dalmau constataba ayer que «han venido bastantes chiquillos pero no como otras veces», y que «ha habido menos palmas, porque este año no era fácil encontrar, y más laurel».

En la Sang, el prefecto Joan Antoni Cedó hizo ayer la bendición hasta dos veces: una, justo en el punto de las 11.30 h., coincidiendo con el inicio de la Santa Missa de Rams; y otra, la segunda, motivada por la situación de excepcionalidad: con el fin de ceñirse a las restricciones del Procicat, algunos niños no habían podido situarse en la zona más próxima al altar, o bien todavía no estaban en el lugar al principio de la liturgia. Fue el prefecto el que, desplazándose a través del pasillo central, realizó la aspersión del agua bendecida, para que no se generara tráfico de personas en el templo. «No ha sido nada extraño, sí que ha sido diferente porque la gente ha participado más y se ha quedado durante toda la misa», expresaban ayer desde la Junta de Gobierno de la Real Congregación de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist de Reus, donde subrayaban que «el aforo se ha completado pero dentro de las medidas covid» y que «todo el mundo se ha marchado con la palma bendecida».

En la iglesia de Sant Joan, que mantuvo las puertas abiertas «de par en par», la bendición se hizo «desde el altar», tal como detallaba mosén Dalmau, que apuntaba que «todo y que la gente sí que tenía muchas ganas de celebrar, no ha estado el ambiente de otros años, pero esperamos recuperarlo cuando nos sea posible». «El Año antes», recordaba, «no pudimos hacer nada, y ahora sí».

El árbol de la vida en el Cirio Pasqual

Ya finalizada la misa, en la Sangre también se llevó a cabo la presentación pública del Cirio Pasqual, que este 2021 ha estado decorado por la pintora y ceramista Milagros Gómez Guerrero. El cirio simboliza el árbol de la vida, de manera tal que la decoración la rodea totalmente con sus ramas, como si el mismo cirio fuera un tronco. Figuran el alfa y la omega y el actual año, 2021. También el escudo de la Real Congregación. En una de sus partes, muestra el mar y el artista ha hecho incrustación de conchas. En el árbol de la vida hay cinco rosas que representan las cinco llagas del Sant Crist. Al pie del cirio, otras tres rosas evocan las Tres Gracias que los reusenses y los devotos piden igualmente al Sant Crist. El cirio se encenderá por primera vez el Domingo de Pascua, después de ser bendecido, y estará presente en el altar de la Sangre durante toda la Pascua hasta el Pentecosta.