Quejas porque el billete del autobús urbano de Reus no puede pagarse en efectivo

Pagar el billete del busurbano con monedas no es posible en Reus desde la irrupción de la covid-19. A los inicios de la pandemia, Reus Transport dejó de admitir el metálico «como medida sanitaria» y, un año más tarde, sigue sin cogerlo. Ahora, para subir al transporte público hay dos opciones: tener un título de transporte o abono, o bien comprar un billete sencillo al autocar utilizando la tarjeta bancaria o el móvil. El sistema ha generado quejas entre los pasajeros, que comprenden que el uso de dinero físico no sea el preferente pero se oponen a que se elimine porque eso aparta un sector de la ciudadanía y es también una forma de exclusión financiera. Resulta fácil, de hecho, encontrarse viajeros que han pagado alguna vez el billete de otra persona que tan sólo llevaba efectivo, para evitar que se quedara en el suelo. El PSC ha pedido al Consejo de Administración de Reus Transport que se recupere el uso de monedas. Fuentes municipales apuntan que no hay novedades previstas en este aspecto.

«Un día, iba con mi hija en el bus y había un hombre que iba enyesado, llevaba collar, y quería ir al médico pero pasaba el abono por la máquina y no le funcionaba», explica Susana Infantes, vecina de Sol y Vista, que dice que «como con monedas no podía pagar y no tenía tarjeta de crédito, le decían que tenía que bajarse e ir a pie, pero él no podía». Al final, «mi hija le pasó el abono», recuerda, y lamenta que «en el barrio hay muchas personas mayores que, en un momento así, no sabe qué hacer».

Una cosa similar le pasó a otra usuaria del bus, Isabel Moreno, que dice que «una mujer y su hijo subieron cargados y la mujer avisó de que entraba a dejar el niño y las bolsasy que enseguida pagaba pero, cuando se acercó al conductor, este le dijo que ya no se aceptaba efectivo, y ella no lo sabía ni llevaba nada más». Moreno piensa que la mujer no vivía en Reus «porque había preguntado por la estación y no sabía la norma». «Así, el chófer le dijo que tenía que bajar a la siguiente parada, la gente la criticó y el niño estaba avergonzado; se los pagué el viaje con mi tarjeta de crédito», dice la vecina, que apunta que «ellos me dieron las monedas, no era que no quisieran pagar». Moreno precisa que «me he encontrado a algún chófer que me ha dicho que había pagado el viaje a alguien con una tarjeta suya, con su dinero, del grave que le sabía hacerlos bajar». Pepita Roig, también pasajera habitual, explica que «iba al bus y subió una abuela que llevaba tarjeta de jubilada, pero viajaba con la nieta. Como el billete de la nieta no lo podía pagar con dinero, le pasé yo, porque ella no tenía alternativa». Encarnado alerta que «hay casos así en los buses de que van al Hospital, y son pacientes».

En otros municipios como Tarragona, el bus urbano se puede pagar con dinero. Los viajeros tampoco entienden «cómo es que en las tiendas nos cogen el metálico y al bus no». En todo hay que sumar que los abonos sólo pueden recargarse en algunos quioscos y estancos y, si el usuario gasta el último viaje en el barrio o lejos de estos puntos, «toca volver a pie» y «antes, el efectivo te salvaba». Además, «si uno no tiene tarjeta de crédito pero sólo quiere hacer un viaje, la única opción que tiene es comprar un abono de mínimo 10 viajes que no utilizará», dice Infantes.

El PSC quiere que vuelva el metálico

Desde el PSC, el concejal Daniel Marcos concreta que «la empresa nos dice que hay un ticketdiscrecional que, si tú subes al bus y sólo llevas monedas, el chófer te lo tendría que hacer para que tú viajaras y pagaras posteriormente en una cuenta bancaria o a las oficinas de Reus Transport», sin embargo «nos han comentado que la empresa da la responsabilidad de hacer este ticketa los chóferes y, por otra parte, nos llega que los chóferes reciben presiones para no hacerlos». El PSC quiere que se acepte de nuevo el metálico «como a los comercios» pero «la empresa dice que la tendencia es no trabajar con el efectivo», cuando|cuándo «hay mucha parte de la población que va con metálico y ahora lo estamos privando de acceder al transporte». Si es una cuestión sanitaria, «proponemos que pongan máquinas que acepten las monedas».