La FAVR pide al nuevo jefe de la Urbana de Reus más presencia policial y combatir la droga

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR) pide a la nuevo jefe de la Guardia Urbana, Pedro Muñoz, «más presencia policía en los barrios y un poco más de seguridad, sobre todo en temas de ocupas y de drogas», tal como detalla en presidente de la entidad, Marcos Massó. Muñoz, que fue nombrado al cargo a mediados de febrero como relevo de Ricard Pagès, se presentó a las asociaciones a finales de la semana pasada a través de una primera reunión para intercambiar puntos de vista sobre la situación en el municipio.

La intención, según informaba entonces el Ayuntamiento en una nota, es mantener la política de proximidad que «prevé un papel destacado para las asociaciones de vecinos» de la ciudad. En este aspecto, Massó precisa que «por lo que nos ha explicado, parece ser que la línea será continuista, que la intención será similar a la que había antes: que Reus sea una ciudad controlada». También, con todo, las reclamaciones de los barrios «siguen siendo las mismas que hace mucho tiempo, porque los problemas siguen estando vigentes», añade Massó, que pide un incremento de patrullas policiales.

En este aspecto el presidente de la FAVR no duda de que «la policía hace todo el que puede, con los recursos que hay» y expresa que «nos dicen que hay varios turnos y que los agentes son los que son». «Nosotros siempre pedimos más, pero hay un número limitado de agentes», dice. La Guardia Urbana cuenta hoy, según los últimos datos hechos públicos por el Ayuntamiento, con un total de 150 agentes. Son, en realidad, todos los efectivos –el global de los integrantes de la plantilla, independientemente de su categoría– que forman parte del cuerpo a fecha de enero de este 2021. La cifra es muy similar a la de 15 años atrás, aunque la población ha crecido. Con todo, los barrios «tenemos un cabo que nos llama y se encuentra con el presidente cada ciertos meses, está en contacto, nos pregunta y hay una relación bastante directa», el nuevo cabe «tiene también esta voluntad y nos ha facilitado todo para que podamos contactar de manera fácil y rápidamente».

Por otra parte, y en esta nota etapa que ahora abre la Guardia Urbana de Reus, la FAVR también reclama «que se trate de poner una solución a la cuestión de las ocupaciones ilegales de viviendas, a las ocupaciones asociadas con la delincuencia», que «no se limitan sólo a determinados barrios, sino que al final está presente en muchos» y que «inquieta a los vecinos». Massó entiende que «más allá del trabajo que pueda hacer la policía, también hay los juzgados, y estoy seguro de que no tienen la fuerza necesaria».

Las derivadas de las ocupaciones

«Muy vinculada a las ocupaciones de pisos aparece también la droga», apunta al presidente de la FAVR, y añade que este «es un problema muy real: últimamente hemos visto muchas batidas en diferentes zonas, que cogen gente vendiendo droga, gente que tiene plantaciones de marihuana conectadas a la luz... A menudo acostumbran a ser las mismas personas y llega un momento que, de tanto de detenerlos, la policía ya los conoce, ya saben cuál es su nombre» precisa, y dice que «también tenemos que ser conscientes de que su función es esta, hacer la detención, y que si después vuelven a estar en la calle no es cosa de la policía que eso no pase». «Las ocupaciones y la droga son ahora mismo las dos grandes preocupaciones en los barrios que la policía tiene que combatir en la medida en que pueda», concluye Massó. La Urbana prepara nuevas citas para explicar el organigrama y los planes de protección.