Hacienda
El Ayuntamiento de Reus tiene pendientes de cobrar 2,1 millones de euros en multas
La cifra responde al acumulado entre 2019 y 2020, y el 80% son por infracciones de tráfico mientras que el 20% vienen por incivismo
El Ayuntamiento de Reus está pendiente de cobrar más de 2,1 millones de euros correspondientes a multas que impuso los años 2019 y 2020 y que los infractores todavía no han abonado. En su mayoría se trataría, tal como concreta la concejala de Hacienda, Mariluz Caballero, de sanciones que están «vinculadas a la normativa de tráfico y a la ordenanza de civismo». Dentro del primer apartado quedan enmarcadas «cerca de un 80% de las multas» mientras que el incivismo coparía, siempre de manera aproximada, el 20% restante.
En detalle, la cifra de impagados por multas, compatibilizada a fecha de 31 de diciembre de 2020 y reflejada en la liquidación económica del último ejercicio, se queda en 2.100.507,82 euros. De estos, 993.157,53 son sanciones correspondientes al 2019 mientras que otros 1.107.350,29 euros se enmarcan en el 2020.
Las multas que están pendientes de ingresar figuran a la liquidación del presupuesto del Ayuntamiento dentro del ámbito de los llamados saldos de dudoso cobro, es decir, el consistorio contempla –por normativa y por las previsiones de secretaría e intervención– que hay una parte que no llegará nunca a recibir. En los casos de las sanciones de 2019 y 2020, el porcentaje que el Ayuntamiento considera que un 50% difícilmente llegará a sumarse nunca a las arcas municipales. Serían, en total, 1.050.253,91 euros que el Ayuntamiento no recibiría. Caballero especifica que «son expedientes que tienen todo un curso y que se inician con una notificación», pero que pueden dar lugar a supuestos de muy diversa naturaleza, y dice que «incluso algunas multas pueden acabar pasando a otras administraciones que tienen la responsabilidad de tratar de cobrarlas o no».
Diversidad de casos
La concejala de Hacienda precisa que las cantidades pendientes no siempre responden a infractores que no quieran o no puedan pagar la sanción que se les ha impuesto. «Como ejemplo», añade Caballero, «podría darse el caso de una persona que ha vendido su coche, que lo multan y que, como el coche todavía está a su nombre, la multa le llega a él. Entonces, esta persona podría alegar y podría justificar que aquel vehículo ya no era suyo, y entonces habría que ver el avance del expediente a partir de aquí». Algunos de estos expedientes, explica la concejala, «pueden caer a través de alegaciones», también atendiendo a la concejalía competente en cada caso concreto. A pesar de todo, «la experiencia general permite al Ayuntamiento calcular un porcentaje de provisión, el cual sería este 50% que se valora desde intervención».
De cualquier forma, la concejala explica que las multas siguen de forma generalizada un sistema similar al de los impuestos y que «si no se pagan, se avanza hacia la ejecutiva; y si se siguen sin pagar se puede llegar, lógicamente hasta un embargo». Para valorar si los 2,1 millones de euros en multas impagadas entre 2019 y 2020 es una cifra elevada o no, Caballero expresa que «hay que fijarse en el porcentaje de recaudación que tenemos, que es muy alto y, por lo tanto, difícilmente mejorable, más allá de ir dos puntos arriba o dos puntos abajo» y estaría en torno al 90%, que «es un nivel bueno».
En conjunto –no tan sólo sanciones– el Ayuntamiento acumula unos 27 millones pendientes de cobrar que se remontan más allá de 2015. Caballero explica que las cantidades tienen procedencias muy diferentes y que «pueden ser tributos, insolvencias de las personas, empresas que cierran... muchas cosas, hasta que al final no se encuentre el sujeto tributario con el fin de poder reclamarle». Según los más recientes datos facilitados por fuentes municipales, el Ayuntamiento recaudó 2.533.158 euros entre multas, sanciones y recargos el año 2019, y hasta 1.869.492 euros por el mismo concepto el año 2020.