Ocio
Satisfacción entre el ocio nocturno de Reus que se ha transformado en bar de 'tardeo'
La Fábrica, la Sala New York y el Blondie valoran poder servir copas, pero piden volver a su actividad «normal»
La Fábrica Reus, la Sala New York y y el pub Blondie, hace tres semanas que pudieron reabrir adaptando su licencia de discoteca en un bar para ofrecer tardeo . Así, pudieron empezar a abrir de 18 a 23 horas para ofrecer bebidas y tapas, siempre con aforo limitado, la correspondiente distancia de seguridad y con todos los clientes sentados en mesas. Ahora hace dos semanas que ya pueden abrir hasta la medianoche y los tres establecimientos celebran que hayan podido recuperar cierta actividad.
«Estamos animados porque hemos pasado de no hacer nada en eso, que ya es mucho,» celebra Josep Maria Tintorer, propietario de la Fábrica, quien, a la vez, lamenta que «no es la actividad propia de discoteca y no es el mismo espíritu». Tintorertambién agradeceel apoyo de los clientes que «siempre tenemos mucha gente, recomendamos que se apunten a las listas a través del número de WhatsApp, porque así pueden escoger la mesa que les va mejor, pero si no hacen lista, también pueden venir y esperar que quede alguna libre para entrar». Aunque han podido recuperar cierto ambiente, desde la Fábrica señalan que «tenemos ganas de ofrecer el normal, es decir, el de abrir la sala de baile», unas pistas que ahora se encuentran ocupadas por mesas y sillas, «tenemos toda la discoteca compartimentada con mesas de hasta seis personas, que es lo que se permite actualmente». De hecho, momentáneamente, la Fábrica ha cambiado su nombre a Fabribar, para dejar claro que «no ofrecemos lo mismo que podíamos ofrecer cuando éramos la Fábrica», remarca Tintorer.
Con respecto a la Sala New York, Loli Alcaide, asegura que adaptarse a bar «ayuda a salvarnos un poco, ya que al menos puedes ofrecer alguna bebida y no estás cerrado,» y añade que «esta opción ya la hicimos el año pasado y, tanto el pasado como este año, nos está funcionando muy bien porque la gente está respondiendo». «Este año empezamos con vermúes los sábados al mediodía, y ahora ya podemos ofrecer este tardeo que llama más la atención», expone a la propietaria de la Sala New York.
En el caso del Blondie, su propietaria, Mertixell Jurado, también celebra que «funciona muy bien, hemos tenido suerte que podemos tener terraza, porque nuestro aforo interior es de 25 personas y si encima tenemos que ubicar a un 30%...», y destaca que «nos hemos juntado unos cuantos locales del entorno y nos hemos llamado el Barride las artes». En este caso, el Blondie colabora con otros locales del entorno, como el Txivarri, con el fin de ofrecer cócteles y comida. Igual que con la Fábrica, Jurado lanza que «no es lo que más nos gusta, porque quien monta un pub no es para hacer servicio de bar, pero la verdad es que da mucho de sí.»