«Nuestro objetivo vital no debe ser encontrar la felicidad, sino nuestro propósito»

—¿Cómo es una vida 'épica'?

—Una buena manera de explicarlo es pensando en una persona que ha vivido una situación grave, que ha estado a punto de morir o ha perdido a alguien muy importante, y eso la puerta a hacer un cambio radical a su vida, hay un antes y un después. Se da cuenta de que tenemos un tiempo limitado, conecta con lo que es importante y se orienta hacia eso. Pues lo que propongo en el libro es eso, pero sin pasar por un hecho traumático. Digo que la vida es épica porque no es fácil, hay sufrimiento. La propuesta de mi libro es crear una vida con sentido y que, a pesar del sufrimiento, nos dé satisfacciones.

—El punto de partida del trabajo es encontrar «el propósito». ¿Qué es y dónde lo tenemos que buscar?

—Encontrar el propósito consiste en crear las condiciones para vivir plenamente. Yo lo entiendo como un «qué», aquello que hacemos, pero sobre todo como uno «cómo», de qué manera hacemos las cosas, aquella forma única de hacer y de ser.

—Explica que las personas que tenemos cerca nos pueden ayudar mucho.

—Sí, muchas veces no estamos conectados con nuestro potencial porque ya estamos acostumbrados, estamos tan acostumbrados a las cualidades que tenemos, que no las valoramos. En cambio, las personas que nos aprecian y nos conocen sí que las pueden ver. Por eso es útil preguntarles cuáles creen que son nuestros potenciales, porque nos pueden ayudar a conectar con este propósito.

—En su libro encontramos frases contundentes que contradicen lo que siempre hemos sentido. Por ejemplo, que no estamos aquí para ser felices.

—Yo no tengo nada en contra de la felicidad, pero nos confundimos si hacemos de la felicidad nuestro objetivo, porque la vida está llena de circunstancias difíciles y nos acabamos frustrando. Sin embargo, si aceptamos que parte de la vida es sufrimiento y que al final nos moriremos, lo que buscaremos es el sentido, y encontraremos momentos que nos llenarán y nos darán esta felicidad de forma más duradera que si nos enfocamos directamente a buscarla. A veces, lo que nos llena nos pondrá en situaciones que nos harán sufrir, todos hemos vivido momentos difíciles o proyectos complejos que no nos apetecía enfrentar, pero cuando lo hemos hecho, nos han transformado o hemos crecido.

—También nos libera de la presión de pensar que hemos venido al mundo a hacer grandes cosas. De hecho, afirma que ni siquiera cosas pequeñas.

—Cierto, esta es otra gran confusión. Cuando pensamos en los propósitos, muchas veces lo asociamos a hacer cosas muy grandes, pero este no es un buen enfoque. Es muy difícil saber si una cosa se hará grande, sólo tenemos que hacerla de la mejor manera posible y después ya se verá. El resultado no nos tiene que importar tanto como aquello que hacemos esté alineado con nuestros propósitos.

—¿Cómo ha planteado el libro?

—El libro tiene un formato lineal y está pensado para seguirlo así. Empieza con las reglas de la vida épica, que son conectar con la propia mortalidad y ver que somos personas únicas y con un propósito. Después, invita a buscar el propósito y a generar una visión sobre cómo se expresará este propósito en uno o dos años. Acto seguido, propongo generar un ecosistema interno en que se trabaja el ser, la forma como somos. A continuación me centro en el ecosistema externo, el espacio que tenemos, los recursos y las relaciones. Y al final nos ponemos en marcha. Aunque, como he dicho, el libro es lineal, abro la posibilidad al lector que, una vez lo haya leído, se centre en alguna de las secciones y profundice en los ejercicios propuestos. El libro tiene muchos y, si uno tiene ganas, el trabajo no se acaba.

—¿Qué diferencia hay entre un 'coach' y un psicólogo?

—La psicología consiste básicamente en mirar hacia el pasado, analizar qué cosas del pasado nos bloquean en el presente. Tiene una mirada más de cura, de arreglar alguna cosa que no funciona. Elcoaching , en cambio, es mirar hacia el futuro, es decir «tú estásaquí», decidir hacia dónde se quiere ir y trabajar internamentepara llegar.