El ocio nocturno de Reus denuncia las dificultades derivadas de las medidas sanitarias
La Fábrica, la Sala New York y el Blondie han tenido que invertir y adaptarse desde el confinamiento para reabrir de manera segura
El ocio nocturno pudo devolver a su actividad con una serie de restricciones la semana pasada. El protocolo aprobado por el Procicat establece medidas como la reapertura de las pistas de baile con mascarilla y sin posibilidad de consumir, la apertura hasta las 3.30 h. o el aforo interior al 50%. También detalla los requerimientos que todos los locales de ocio nocturno tienen que seguir al control de acceso. Sam López, director de la Fábrica, ha asegurado tener la sensación que «se tirará para atrás la desescalada del ocio nocturno porque estamos viendo que como sector no estamos yendo todos a una» y ha apuntado a la aparición de «competencia desleal» que pone por delante el beneficio a la seguridad. Por eso no confían en que la reapertura del ocio nocturno sea exitosa inmediatamente, aunque espera «estar equivocado». López ha explicado que aunque «el ocio nocturno necesitaba reabrir, es cierto que mantener la actividad de nuestro negocio tal como piden es muy difícil, porque la gente tiene muchas ganas de fiesta, y hay un elemento en todas las discotecas que es el alcohol, que hace muy complicado cumplir al 100% con todas las normativas». El director de la Fábrica ha añadido que es una «normativa difícil de entender y deja un amplio abanico de posibilidades que cada uno ha entendido cómo ha querido». Con respecto a las medidas, la Fábrica ha mantenido las mesas y sillas, obligatorias el año pasado, con reserva previa porque consideran que «este formado facilita poder mantener las distancias».
Con respecto a la sala New York, Loli Alcaide, ha asegurado que «la gente está muy contenta de poder volver a la pista de baile» y que la reapertura está siendo todo un éxito a pesar de las restricciones. Alcaide se ha mostrado satisfecha de la capacidad de adaptación que ha mostrado la sala en el último año y de cómo «la gente está respetando el protocolo de covid».
En el caso del Blondie, Meritxell Jurado ha explicado que hacen un cribado en la entrada con una máquina que toma la temperatura automáticamente y se piden los datos del cliente, medida obligatoria en todos los locales. Jurado ha lamentado no saber si «será sostenible a largo plazo tener abierto», ya que el aforo interior actual es de 12 personas, pero ha añadido que «al ser un establecimiento pequeño, es más fácil controlar el seguimiento de las medidas».
Inversiones para un ocio seguro
Los tres locales de ocio nocturno, cada uno con sus particularidades, han asegurado haber tenido que hacer grandes inversiones desde que empezó la pandemia con el fin de adaptar su actividad en las medidas vigentes este último año y garantizar la máxima seguridad a sus clientes. Los tres han coincidido en que «la gente tiene muchas ganas de salir», por lo cual esta primera semana de reapertura está siendo exitosa. De todos modos, Jurado ha remarcado que «la valoración real de la vuelta será el próximo fin de semana», ya que la reapertura ha caído entre las festividades de Sant Joan y Sant Pere.