El Ayuntamiento de Reus hará del Carrilet una zona joven y le dará «más vida»

El gobierno municipal pondrá en marcha una transformación urbanística de la zona sur de la ciudad, la cual tendrá como principales objetivos rejuvenecer el entorno del Carrilet e incrementar la conectividad con el resto de la ciudad. Así lo anunciaron ayer al alcalde, Carles Pellicer; la vicealcaldesa, Noemí Llauradó y la concejala de Urbanismo y Movilidad, Marina Berasategui, exponiendo las líneas generales del proyecto. Esta propuesta del Ayuntamiento se debatirá con la ciudadanía a través de un proceso participativo, el cual se abrirá al acabar el verano. La transformación plantea generar dinamismo social y económico para convertir el Carrilet en una nueva centralidad y polo de atracción «llevando más vida», según palabras de la vicealcaldesa. La intención es que más reusenses, sin importar de qué barrio son, hagan vida en la zona sur de la ciudad a partir de nuevos usos cotidianos con los cuales se dotará el entorno del Carriet. Berasategui insistió en la necesidad «de repensar toda la zona» detrás de la propuesta de transformación urbana, la cual «va más allá de nuevos equipamientos que se puedan hacer».

Las primeras líneas generales de la propuesta de intervención urbanística giran en torno a los cinco usos que se han previsto. La primera voluntad es atraer jóvenes en proceso de emancipación y vida cotidiana relacionada con este colectivo. Por este motivo, el gobierno municipal ha planteado varias propuestas. Por una parte, un albergue-residencia, el cual durante el curso escolar pueda funcionar como residencia de estudiantes y que los fines de semana y, sobre todo, en épocas de vacaciones funcione como albergue familiar. La vicealcaldesa ha explicado que este es un «modelo que la Generalitat ya tiene en otros lugares del país y funciona», y por eso, en caso de construirse un equipamiento de estas características «formaría parte de esta red». Como aparte de la voluntad de atraer a la juventud en la zona también está previsto incluir viviendas dotacionales para los jóvenes. La segunda voluntad con la cual se pone en marcha esta propuesta de proyecto es vincular el espacio con la cultura, ya que es un elemento que, según Llauradó, «cohesiona tan socialmente como económica». Lo que se propone desde el Ayuntamiento es que se incorpore un nuevo equipamiento de este tipo «donde haya sitio paralas entidades culturales, pero también por los artistas». De esta manera se pretende atraer la vida cultural y asociativa, no sólo del barrio, sino de toda la ciudad. El tercer eje sobre el cual se desarrollará la transformación del Carrilet está relacionado con la movilidad sostenible y la conectividad. En el ámbito del transporte el propósito del gobierno es remodelar la estación de autobuses, ya que, según la vicealcaldesa, «la zona sur es una gran puerta de entrada en la ciudad». El gobierno municipal ha avanzado que, a pesar de estar en suelo municipal, la estación estitularidad dela Generalitat con la cual se tendrá que llegar a acuerdos para poder llevar a cabo la transformación. Berasategui resaltó la «intermodalidad de transportes que se producirá» en la zona donde «coincidirán la estación de Bellissens, la estación de autobuses remodelada y la red de carriles de bicicleta de la ciudad». La concejala hizo inciso en la importancia del Ferrocarril como «clave en el eje norte-sur de la ciudad». El cuarto uso en torno al cual giran las líneas maestras de la propuesta es el económico. Con respecto a esta voluntad, se proponen espacios de coworking, centrados sobre todo en los jóvenes, así como espacios para la restauración. El alcalde explicó que se pretende incorporar un punto de venta de productos frescos y de proximidad, aunque el futuro del actual Mercado del Carrilet sigue siendo lo mismo. El último uso al cual se quiere vincular la futura zona del Carrilet es el residencial. Este quinto uso, muy ligado a las propuestas para atraer a la juventud en el barrio, comportará potenciar las zonas verdes y una mejor regulación del espacio público.

La tipología y el formato en el cual se materializarán estos usos están sin fijar, ya que con el proceso participativo previsto para septiembre se irá concretando «el cómo y el qué a partir de un debate con la ciudadanía» según palabras de Llauradó. La vicealcaldesa adelantó que este proceso participativo se dividirá en dos. En un primer momento la participación se centrará en los vecinos del barrio, y un segundo momento en que se abrirá la participación al conjunto de los reusenses, principalmente a las entidades y personas relacionadas con los usos planteados a la propuesta.

Presupuesto del primer mandato

El alcalde recalcó que «esta transformación urbana supondrá una gran inversión económica» y que durante este primer mandato (hasta el 2023) se destinarán 800.000 euros a la primera fase, la cual llega hasta la redacción del proyecto ejecutivo. También anunció que las obras no empezarán hasta el 2024.