El año pasado 4.393 nuevos reusenses pidieron auxilio a servicios sociales

El año pasado 4.393 reusenses se dirigieron por primera vez a los Servicios Sociales del Ayuntamiento a raíz del impacto económico de la pandemia. Esta es uno de los datos que la vicealcaldesa, Noemí Llauradó, puso sobre la mesa en el pleno extraordinario de ayer sobre el estado de la ciudad. En esta línea lamentó el incremento del paro que ha llegado al 15,7% de la población activa de la ciudad, así como la pérdida de 10 negocios y los problemas de muchas familias de acceder a «una vivienda digna». Con estas cifras representativas sobre el estado de la ciudad y de los reusenses, el pleno dio paso, por una parte, a la firme defensa de los avances con respecto a las acciones establecidas en el Plan de Acción Municipal (PALMO) por parte de los grupos que forman el gobierno de la ciudad, y de la otra, la denuncia de los grupos de la oposición con respecto al impacto reducido que consideran que la acción del gobierno ha tenido en la ciudadanía durante estos dos años de mandato.

El alcalde, Carles Pellicer, remarcó que uno de los principales problemas de la ciudad es «el incivismo», lo cual fue reprochado por diferentes portavoces. Débora García, portavoz de Ciutadans, y Andreu Martín, del grupo socialista, coincidieron en que «no es cuestión de incivismo, sino de prioridades». En este sentido García denunció que «no se utiliza el mismo criterio de limpieza» en toda la ciudad. De la misma manera, Martín criticó estas desigualdades con respecto al desarrollo de la ciudad y las mejoras previstas a las diferentes zonas.

Otro eje principal de crítica fue con respecto a la vivienda social. Algunos grupos de la oposición reprocharon el incumplimiento de Juntos por Reus con respecto a los mil pisos destinados a esta utilidad que se prometieron en campaña. Marta Llorens, portavoz del grupo municipal de la CUP, denunció que sólo se hubieran emitido diez solicitudes para reacondicionar pisos vacíos teniendo «9.000 personas que sufren de hambre, pobreza energética y falta de vivienda». El concejal no adscrito, Raúl Meléndez, reclamó el parque de vivienda pública para dirigir las demandas de más de 300 familias de una vivienda digna por falta de recursos.

El tercer punto de crítica común entre la oposición son los proyectos a largo plazo que está presentando el equipo de gobierno. Se lo acusa de que la actuación del gobierno municipal no esté teniendo un impacto y mejorando las vidas de los ciudadanos durante este mandato, que es la tarea que reclaman que tienen que llevar a cabo. En respuesta a esta crítica, algunos de los representantes del gobierno incidieron en la necesidad de planificación que comportan proyectos que consideran «transformadores» para la ciudad y su futuro, como por ejemplo el eje central que tiene que conectar la ciudad de norte a sur, la transformación del paseo Mata y la calle Ample o la de la zona sur de la ciudad en torno al Ferrocarril, o la nueva estación ferroviaria de Bellissens en el sur de la ciudad.

Con respecto a los grupos integrantes del gobierno municipal, Junts per Catalunya, ERC y Ara Reus, incidieron en el 72% de las acciones iniciadas del PALMO hacia los ejes de Progreso Social, Espacio Urbano, Desarrollo Económico, y Gestión, Organización y Planificación durante los dos primeros años de mandato. Tanto Llauradó como otros concejales subrayaron la voluntad del gobierno de rendir cuentas y generar proximidad de la mano del pleno extraordinario. El alcalde también incidió en su voluntad de gobernar «la mejor ciudad del mundo» desde «la proximidad» y adelantó que continuará con las visitas a los barrios con el fin de conocer «de primera mano» las necesidades de los reusenses y trabajar para dirigirlas. Llauradó también incidió en los avances con respecto al Plano Estratégico de Ciudad Horizonte 32, el cual pretende marcar la hoja de ruta de la ciudad para los próximos diez años.

Aprobado el centro social el Roser

En una sesión previa al pleno extraordinario se aprobó por unanimidad la creación de los dos servicios municipales, el de distribución de alimentos y el residencial de estancia limitada, que se ofrecerá en el Centro Social, el Roser. La aprobación es definitiva después de haber pasado el periodo de exposición pública sin la presentación de ninguna alegación y, por lo tanto, se da vía libre para empezar la licitación de los dos servicios con el fin de adjudicar la gestión en empresas de inserción y a empresas expertas en la gestión de recursos residenciales. De manera paralela a este proceso administrativo, el equipo de profesionales que formará parte de este centro se trasladará a septiembre con el fin de preparar la apertura, prevista para el 2022. En concreto, la previsión es que el servicio de alimentación empiece a atender a las personas usuarias a en enero y el de alojamiento, en abril. El objetivo principal es ofrecer una estabilidad social para desarrollar los planes de trabajo con más garantía de apoyo|soporte, eficiencia y atención social.