El cementerio de Reus abre sus puertas para descubrir el pasado de la ciudad

El Cementerio General de Reus volvió a abrir las puertas para una visita guiada este domingo, en el marco de la programación del suyo 150 aniversario. Estas visitas diurnas por las instalaciones pretenden acercar el pasado de la ciudad y su patrimonio artístico a los visitantes. Desde Servicios Funerarios Reus y Baix Camp, los encargados de gestionar las instalaciones, vieron que estas visitas estaban teniendo mucho éxito, ya que en principio sólo se iban a ofrecer hasta el mes de junio, pero se ha decidido ampliar esta oferta cultural hasta finales de año. De esta manera, el primer domingo de cada mes quien lo desee podrá seguir conociendo los «secretos ocultos en el cementerio». Las visitas son a cargo de la Carrutxa y el máximo de personas por visita son diez, las cuales tienen que reservar previamente una invitación gratuita a través del portal web.

Durante estas visitas por lo que fue el primer cementerio aconfesional del Estado español, y el cuarto de la ciudad de Reus, los visitantes pueden conocer de cerca la historia de la capital del Baix Camp a través de los diferentes espacios del cementerio. La primera parte de la ruta es de cariz histórico y permite visitar varias capillas que se encuentran habitualmente cerradas como es el caso de la capilla de los Héroes del Morell y Vilallonga, donde inicialmente descansaban los restos de los liberales de Reus que murieron el año 1838 durante la guerra carlista, pero actualmente descansan los restos de todos los soldados caídos en cualquier batalla. También se visitan las fosas históricas, donde se encuentra entre muchas otras la sepultura de Cipriano Martos, sindicalista represaliado por el franquismo.

Otras paradas son la fosa de la Guerra Civil, la capilla de las víctimas del bombardeo del 22 de enero de 1938, el panteón de los Hijos Ilustres de la ciudad, o el monumento a Josep Sardà i Calià, ya que gracias a su donación se pudo construir este cementerio. Estos puntos de interés y las explicaciones durante la visita permiten conocer personajes y épocas pasadas que impactaron la ciudad.

La segunda parte de la ruta es de cariz artístico y permite a los visitantes descubrir las obras de arte ocultas al cementerio, los diferentes estilos artísticos y la simbología que se encuentra. La iconografía del Cementerio General es profana, ya que no corresponde a ninguna religión en concreto. Donde sí que se encuentra simbología religiosa está en las mismas sepulturas, ya que depende de cada familia. En esta parte del recorrido los visitantes pueden contemplar la estatua de Cronos representando el paso del tiempo, así como varios mausoleos y panteones. Entre estos últimos destacan el Mausoleo Temple Òdena-Yglesias, el Panteón Macià-Villa donde también se inhuman los restos de algunos hijos ilustres de la ciudad, o el Mausoleo Abelló, los tres de estilo neoclásico; o la tumba de los Pratdesaba, de estilo modernista. También se visita la tumba del escultor Joan Rebull, ornamentada con una obra propia conocida comoEls tres gitanets ; y el Panteón Boule, cuya rehabilitación se espera que empiece a finales de este año una vez adjudicadas las intervenciones. La visita finaliza en el Mausoleo del General Prim, cuyos restos descansan en el cementerio desde 1971. En la confección de este mausoleo, considerado bien cultural de interés nacional por la Generalitat de Catalunya, estuvieron trabajando 132 artesanos. La figura de Prim hecha de bronce con baño de plata, descansa sobre un sarcófago decorado con imágenes de batallas y de referentes militares.