Reus vive con «ilusión» el retorno de los actos festivos al paseo de Misericordia este año

El Seguici Petitha sido el gran protagonista de los actos festivos de este jueves y ha sido el primero en transcurrir a lo largo del paseo de Misericordia. A pesar de no ser su recorrido habitual, una de las acompañadoras del Ball Parlatde Marcos Vicente ha asegurado que los pequeños «están muy ilusionados de salir al séquito». «Les es igual donde, ellos se adaptan», ha asegurado. En la misma línea, una de las acompañadoras del Baile de Valencianos ha afirmado que «están muy contentas y nerviosas de salir de nuevo a la calle». Cristina Blanco, como espectadora reusense del seguici ha asegurado estar «muy feliz» de ver los actos de nuevo en la calle, y sobre todo que el Seguici se pueda hacer de nuevo en el paseo. Ha explicado que la fórmula del Parc de la Festano nos acabó de gustar y «teníamos muchas ganas de volver al formato tradicional» dentro del posible.

Pequeños y grandes han vivido con ilusión como el retorno de los actos festivos de la Verge de Misericordia al paseo homónimo se hacía realidad con el pasacalle del séquito. Los diferentes elementos y bailes han salido, tal como estaba previsto, de la escuela Teresa Miquel i Pàmies, utilizada por la preparación de los participantes, los cuales recorrieron todo el paseo hasta el final, donde acababa el pasacalle.

Los encargados de ençapalar el pasacalle han sido el Aula de Sonidos de Reus y el Ball de Diablesinfantil con su espectáculo de fuego. Seguidamente han salido con sus bailes de lucimiento el Dracpequeño, la Cucafera, el Basiliscpequeño, el Lleó pequeño, els Nanos pequeños, la Mulassa pequeña, los Vitxets y los Moros iIndis pequeños. A continuación fue el turno de los bailes tradicionales, encabezados por el Ball Parlatde Marcos Vicente, que en esta ocasión ha estado únicamente danzado, sin la representación de la cual los reusenses ya pudieron disfrutar el pasado martes; seguido por el Ball de Pastoretspequeño, el Ball de cercolets pequeño, el Ball de primspequeño, el Ball de Valencians pequeño, el Ball de Bastonets del GrupSanta Llúcia, el Ball de Mosén Joan de Vic pequeño y el Ball de Gitanes pequeño. Los encargados de cerrar el seguicihan sido la Escola de Bastons del Orfeón Reusense; la Canalladels Nanosde Reus; el Águila pequeña, la reina de la fiesta; y la Banda de Música de Padre Manyanet.

Los reusenses miran desde fuera

Aunque las entradas volaran, dos cuartos de hora después de la hora de inicio del acontecimiento el paseo de Misericordia tenía bastantes sillas vacías. Por otra parte, muchos de los reusenses que se quedaron sin una entrada se han acercado de todas formas para verlo desde fuera.

«Nos gustaría haber podido estar dentro, pero fue imposible, a los tres minutos ya no había entradas», ha asegurado Blanco. Sin embargo se muestra contenta de finalmente «poder verlo aunque sea desde la distancia. Los últimos días se había creado una incertidumbre sobre si eso sería posible, ya que parte del tramo habilitado con gradas ha estado tapado con una tela negra. Una vecina de Mas Vilanova ha confirmado que «han estado estos días poniendo la tela, para hoy por la mañana sacarla» y ha asegurado que esta medida, para muchos vista como una restricción de la cultura para aquellas personas sin entrada, ha generado «mucho de alboroto entre los vecinos», los cuales «ya estaban enfadados por las prohibiciones con respecto al estacionamiento en la zona, porque este año es muchos más días». Blanco ha dicho que «hemos estado mirando y como han retirado la tela al menos los pequeños podrán disfrutar».

A pesar de las dificultades en encontrar entradas para el Seguici Petit y tener que verlo desde fuera, Joan Ramon y el Amàlia han asegurado entender «que estas cosas tienen que costar mucho de organizar». En la misma línea, Isabel Casteller ha asegurado que «simplemente no tuvimos suerte a la hora de coger las entradas», pero ha insistido en que «todas las medidas preventivas contra la covid son necesarias» y pues «este año lo seguiremos desde fuera si no nos dejan entrar».

A pesar de estar detrás de las vallas que el consistorio puso con el fin de delimitar el espacio del paseo, «todavía lo intentaremos mejor que otras veces, aseguró Joan Ramon, ya que «normalmente la gente está de pie, moviéndose, y la gente de detrás no puede ver».

Sin embargo, todas las personas sin entrada que se acercaban a preguntar en los accesos de entrada al espacio delimitado pasadas las 19 h. han podido con el fin de ocupar las sillas vacías dejadas por los pocos afortunados que consiguieron una entrada.