Un estudio de la URV determina que la garnacha se adapta mejor a la sequía
El trabajo analiza la vulnerabilidad de las principales variedades de uva del Priorat
La respuesta fisiológica de las dos variedades de uva se ha estudiado durante doce añadas climáticamente diferentes. Cuando llueve mucho en primavera, la viña sufre más en verano y los mejores años son aquellos que llueve de forma moderada en primavera.
La investigación forma parte de la tesis doctoral que el investigador defendió el julio pasado. Incluye un método para hacer fermentaciones con uva heterogénea a pequeña escala, como suele pasar en regiones donde la viña tiene complicaciones para madurar. También ha estudiado el efecto de consumir vino procedente de diferentes regiones geográficas del Priorat. Según Sànchez, beber vinos del Priorat de dos zonas muy diferentes aporta la misma composición polifenólica, pero según el vino, el grado alcohólico más o menos elevado puede llegar a representar hasta un 10% del total de calorías diarias necesarias.
Conocer la composición fenólica además del grado alcohólico ayudaría a valorar mejor el consumo de vino en pacientes que sufren de síndrome metabólico, de manera que se podrían recomendar dosis más bajas.