Unos 700 delegados de CCOO en la primera asamblea de cara a una movilización

Comisions Obreres (CCOO) reunió ayer a unos 700 delegados en las instalaciones reusenses del Tecnoparcen la que fue la primera de una serie de asambleas que se irán convocando por toda Catalunya, con el objetivo de preparar una gran movilización de cara a finales de noviembre bajo el lema Disputamos las rentas. Defendemos los servicios públicos. Las principales reivindicaciones detrás de esta son el aumento del salario mínimo interprofesional, la derogación de la reforma laboral, el refuerzo del sistema sanitario público, el acceso a la vivienda y la mejora de las pensiones. En esta primera asamblea en Reus participaron Unai Sordo, el secretario general del sindicato a nivel estatal; Javier Pacheco, secretario general de CCOO en Catalunya; y Mercè Puig, secretaria general de la organización en Tarragona.

Con respecto a las negociaciones para derogar la reforma laboral en las cuales está inmerso el sindicato, CCOO hace un «buen pronóstico», pero augura «muchas presiones» hasta detrás de hora. «Serán complejas, hay riesgo de bloqueo», afirmó Sordo, pero aseguró que la movilización será la herramienta con la cual responderá el sindicato para presionar el gobierno.

Sordo avisó de que uno de los puntos donde CCOO se negará en rotundo a ceder está en la prevalencia del convenio de empresa, en detrimento del sectorial, reduciendo las condiciones laborales. En esta línea, insistió en que hace falta reducir «drásticamente» el uso de la contratación temporal e introducir restricciones a los despidos. A partir de aquí, CCOO plantea mejorar la contratación indefinida, reducir la temporal y buscar fórmulas de adaptación de las jornadas de flexibilidad interna. Con relación a las pensiones, CCOO reitera que no pueden financiarse sólo de cotizaciones. Sordo dijo que hay «incertidumbres» y puntos que no comparten de la propuesta, pero que el sindicato está dispuesto a negociar. Sordo cree que las negociaciones serán «complejas» y que «hay mucho en juego». Estamos en un momento crítico en relación a la reforma laboral y la de pensiones; las negociaciones no van mal, pero las presiones serán muchas para evitarlo; por eso nos preparamos para un proceso de movilización y asambleas», declaró.

Pacheco puntualizó los efectos descarnados que el conjunto de la sociedad ha sufrido durante estos meses de pandemia derivados de los recortes de la crisis del 2008 a los servicios públicos como la sanidad, así como la debilidad de la administración pública. Además, adelantó que «estamos hablando con UGT y otras organizaciones» para sacar adelante una convocatoria unificada, e hizo un llamamiento a «ocupar las calles» por parte del conjunto de la sociedad.