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Aplazan el 5.º intento de desahucio de una vecina de la calle Sant Magí

Fátima hace cinco años que vive en el piso, sin agua ni luz, en condiciones de extrema vulnerabilidad

Unas quince personas se concentraron ayer delante del edificio de Fátima para darle apoyo.

Aplazan el 5.º intento de desahucio de una vecina de la calle Sant MagíGerard Martí

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El Sindicat de l'Habitatge de Reus celebró ayer el aplazamiento del quinto intento de desahucio de Fátima, una vecina que vive desde hace cinco años en la calle Sant Magí en unas condiciones de extrema vulnerabilidad y sin ningún tipo de ingreso económico. Issam Oudriss, uno de los miembros del Sindicat de l'Habitatgede Reus, asegura que, después de que nuevamente el juzgado haya parado el desahucio «a última hora» porque «se ha dado cuenta de que efectivamente es una persona vulnerable y no tiene ninguna alternativa habitacional,«volvemos a estar con la desazón en el corazón», alerta de lo que pueda pasar. Oudriss señala que el sindicato seguirá buscando una alternativa de vivienda digna para Fátima porque «el caso no está resuelto». Desde la asociación hace meses que mantienen reuniones con el Ayuntamiento para conseguir encontrar alguna solución a su caso. Actualmente podría existir una alternativa habitacional para Fátima, la cual el sindicato considera «nefasta», y que pasaría por el hecho de que la mujer fuera a vivir con otra familia a partir de diciembre. Por este motivo, el juez ha suspendido nuevamente el desahucio, a la espera de que esta opción legal sea viable, aunque Oudriss recalca que «no es una alternativa» adecuada a las necesidades de Fátima.

Mohammed el Mouloudi Ramdani, de 24 años, es uno de los vecinos del edificio que han estado ayudando en Fátima durante estos años en queha estado viviendo en el piso sin agua ni luz, hecho que se agrava al ser diabética y no poder guardar la insulina en la nevera. «Es normal, si ves a una persona en una situación de riesgo, le ayudas», aseguró Mouloudi, quien movido por el apoyo del sindicato a su vecina, decidió adherirse.

Desde el Sindicat de l'Habitatgequisieron agradecer el trabajo hecho por algunas de las trabajadoras sociales, las cuales han estado intentando buscar soluciones, pero aseguran que el problema viene de más arriba. En este sentido, Oudriss denuncia la ausencia de la administración, la cual «teniendo todos los recursos que tiene» da la espalda a cubrir las necesidades y los derechos de la población, comotener un techo. El portavoz del Sindicat de l'Habitatgeremarcó que este dinero sólo está «para cederles a constructoras para que hagan bloques de pisos en la Riera Miró», pero no para «colectivizar pisos» vacíos de los bancos para ponerlos a disposición de las familias que lo necesitan. Asimismo, denunció los pocos pisos de vivienda social que existen.

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