Vecinal
El proceso participativo del Carrilet de Reus levanta malestar entre algunos vecinos de la zona
Aseguran que no se están tratando los principales problemas del barrio como la seguridad y la limpieza
El proceso participativo para la transformación del Carrilet y la zona sur de la ciudad que empezó hace un par de meses ha levantado malestar entre algunos vecinos de la zona que aseguran que lo que necesita la ciudad «no son nuevos equipamientos», sino que «se acabe el incivismo y mejore la seguridad y limpieza» aseguró Paqui, una de las vecinas del sur de la ciudad. Ella, igual que otras vecinas de la zona, se acercaron ayer por la mañana en el parque de Mas Iglesias a raíz de la convocatoria para el debate enfocado por parte de la organización a la definición de los usos de los futuros equipamientos, y aseguraron estar decepcionadas del proceso participativo, ya que consideran que no se están tratando los principales problemas. Aseguraron haber participado en las anteriores reuniones en las cuales lamentan que «sólo se nos ha hablado del maravilloso proyecto». Asimismo remarcaron que «no somos las únicas disgustadas» y recordaron que lo que tenía que ser un paseo de descubrimiento del barrio a finales de octubre, se convirtió en una reunión estática ante la necesidad de los vecinos de expresar «las necesidades reales» del día a día del Carrilet y la zona sud.Les a vecinas coincidieron que la mayoría de problemáticas son comunas por toda la ciudad, y lamentaron la falta de policía en la zona sur, ya que consideran que ayudaría a calmar las tensiones que se viven allí. En esta línea, Paqui aseguró que las peleas y los robos en el barrio son un continuo.
A pesar de las desavenencias de algunos de los vecinos por lo que hace el proceso participativo para la transformación de esta zona, la sesión de deliberación tuvo lugar con una veintena de participantes. Estos, junto con técnicas de las áreas de participación y urbanismo, pusieron en común las necesidades que cada uno detecta con el fin de convertir la zona sur en una nueva centralidad tal como busca el macroproyecto, partiendo de la diagnosis previa a partir de las encuestas que se llevan realizando desde el mes de septiembre y las reuniones con los diferentes agentes y asociaciones de la zona. Marina Berasategui, concejala de Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento, fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a la jornada y animó a los asistentes en qué expresaran todas sus preocupaciones y necesidades, ya que el proyecto «no puede salir adelante sólo desde el consistorio, sino que tiene que tener en cuenta a los vecinos».