Comercio
El Raval Santa Anna de Reus espera remontar ventas antes de acabar el año
Los comercios se han visto afectados por las obras que transforman la calle en una vía peatonal
Los comercios del Raval Santa Anna esperan que las ventas se incrementen durante los últimos días de diciembre, especialmente después de la reapertura de la calle por la campaña de Navidad, dejando atrás meses de obras por la transformación de la vía en una de acceso peatonal.
Desde el inicio de las obras el pasado 26 de julio, las diferentes fases han llenado la calle de ruido, polos, cortes en la circulación de vehículos, acceso limitado para los peatones en las aceras o vallas cubiertas con lonas que invisibilizaban los escaparates de los comercios, entre otros, creando así notables afectaciones en los locales de la zona.
Los tenderos expresan que más allá de la evidente afectación por las obras, la situación actual hacia la pandemia ha complicado la popular idea de que la gente salga a las calles a comprar y que, en consecuencia, cada vez son más personas las que se animan a hacerlo por Internet teniendo la comodidad de no tener que salir de casa.
Otros tenderos consideran que el cierre de muchos locales se debe por los centros comerciales y las grandes superficies especializadas, las cuales hacen que muchos posibles clientes acudan en estos espacios donde encuentran fácilmente todo aquello que buscan de manera concentrada.
Eso comporta que muchos negocios del centro de la ciudad se trasladen o, directamente, cierren, dejando así una estampa «deprimente» y bastante vacía del comercio en las calles de la ciudad.
«Alquileres insostenibles»
Según muchos tenderos de la zona, la obra ha influenciado mucho durante estos meses: «Ha habido diferentes fases, pero en todas el acceso ha sido muy limitado y eso ha provocado que la gente no entrara en la calle sólo para tener que dar todo el vuelco para acceder a la otra acera», expresa Esther Garrido, una de las encargadas de la tienda Stradivarius.
Otros aseguran que el problema viene de largo y que la obra sólo ha complicado la situación: «Los alquileres cuestan mucho de asumir y es muy complicado poder mantener negocios o que emprendedores quieran invertir en el centro», asegura una trabajadora de una tienda de complementos de la zona.
Estas dos últimas semanas de diciembre se esperan con ilusión según responsables como Núria, de la tienda SOMSIS: «Esperar a comprar antes de Navidad y Fin de Año es típico, por eso esperamos que este motivo nos ayude a recuperar un poco las ventas».