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Pandemia

El sector del ocio nocturno de Reus muestra indignación por no poder abrir

A partir de este viernes 28 de enero, desaparecerán el resto de las medidas vigentes actualmente en Cataluña

Imagen de archivo de una conocida discoteca, antes de una celebración especial.

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Todas las restricciones contra la Covid vigentes actualmente se acaban este viernes 28 de enero, menos el cierre del ocio nocturno. Este hecho ha provocado una indignación mayor de la ya existente para los trabajadores del sector, entre los cuales, los localesque hay en la ciudad, algunos de los cuales, incluso, se han llegado a replantear cerrar ya que no saben ni como ni cuándo podrán abrir y mantener el negocio.

«Pensamos que las medidas aplicadas son correctas y hemos estado y estamos dispuestos a cumplir con la normativa y las restricciones. Lo que no puede ser es que te hagan cerrar un negocio, que tengas que seguir pagando alquiler, facturas y un mínimo a los trabajadores que tienes contratados cuando evidentemente no puedes ingresar porque no te dejan trabajar. La situación es indignante, y creo que no cuesta entender cómo nos encontramos de afectados por la situación», ha expresado Ricard Llaó, el propietario del As de Copes, un gastrobar ubicado en la calle de Racona.

El sector del ocio nocturno en Reus se muestra cansado además del grado de indignación con el tema, especialmente por la incertidumbre constante de las medidas y restricciones aplicadas a Cataluña. Según David Medina, responsable de sala en La Fàbrica, situada en el paseo Mata, «cuesta entender como en el resto de autonomías el ocio nocturno ha podido abrir y aquí llevamos cerrados desde el 18 de diciembre. Entendemos que la pandemia está en todas partes y no sabemos por qué motivo en Cataluña el sector, a pesar de cumplir con el aforo limitado y el pasaporte covid, no podemos abrir y tampoco sabemos cuándo lo podremos hacer ni en qué condiciones».

El sector asegura haber sufrido pérdidas importantes, a pesar de la buena acogida del público cuando pudieron abrir: «Por Fin de Año teníamos casi todas las entradas vendidas, ya que la gente se quería asegurar poder acceder y más conociendo las limitaciones de aforo. Cuándo tuvimos que cerrar, no sólo perdimos el valor de las entradas vendidas, de las cuales se devolvió el dinero, sino todo el material adquirido por los actos que habíamos programado, quedando todo el género parado totalmente,» ha explicado Medina. El ocio nocturno hace mención a la gran previsión que tienen que tener con las contrataciones de DJ, personal de seguridad, refuerzo por el control de aforo y lecturas del pasaporte covid, equipamientos técnicos especiales o, incluso, la asistencia de personajes públicos a los bolos que organizan a veces.

También se insiste en recibir más ayudas por parte del gobierno: «Nos hemos adaptado e, incluso, reinventado para poder salir adelante con las medidas aplicadas, pero el gobierno tiene que detener más comprensión con nosotros. No podemos trabajar estando cerrados, sin embargo si tenemos que seguir pagando. Tendrían que ayudarnos o darnos alternativas», ha comentado Llaó.

El gobierno ha anunciado que el viernes se levantarán prácticamente todas las restricciones. Actualmente están prohibidas las reuniones de más de 10 personas, además de la reducción de aforos al 50% en bares y restaurantes, así como el 70% en comercios, equipamientos deportivos e instituciones culturales. De momento, se ha anunciado que el ocio nocturno permanecerá cerrado una semana más como mínimo, a pesar de las quejas del sector, el cual después de haberse reunido con el Govern, espera poder reabrir el viernes 11 de febrero, una fecha propuesta que tampoco ha sido confirmada por el ejecutivo catalán.

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