La urbanización Sant Joan sufre robos desde el pasado diciembre

La urbanización Sant Joan sufre robos desde el pasado mes de diciembre, unos hurtos continuados en las viviendas particulares que han afectado hasta siete familias de la zona. Los vecinos tienen miedo y sienten mucha inseguridad, a pesar de la constante presencia de los agentes policiales.

«Los afectados son personas de toda la vida y, la mayoría, tienen cerca de los 60 años. Están muy asustados porque desde diciembre han sido muchos casos en los cuales han entrado en sus casas, independientemente de tener alarmas, cámaras o cierta vigilancia en la zona porlas rutas que hacen tanto Guardia Urbana como Mossos d'Esquadra» ha comentado Enric Pont, al presidente de la Asociación de Vecinos de la urbanización Sant Joan.

Según el presidente de la Asociación Vecinal, el acceso a la urbanización está bastante limitado y con poca iluminación, un hecho que dificulta la seguridad paralos vecinos y al mismo tiempo favorece la actuación de los delincuentes. «Saben perfectamente cómo es esta zona y el tipo de gente que reside en él, lo tienen todo controlado. Se aprovechan que la policía sólo puede acudir con el coche por el camino que comunica con la vía del tren, y entonces mientras los agentes patrullan o acuden cuando reciben las llamadas, ellos pueden huir por las otras salidas que hay cerca del barranco o de los campos con las granjas», asegura Pont.

Algunos de los siete vecinos afectados por los robos están recibiendo atención psicológica a causa de estos hechos, ya que «una vecina se encontró de cara a un ladrón saltando por la entrada de su patio, juato cuando ella llegó de comprar en casa. Desde entonces está acudiendo al psicólogo porque está muy asustada. Es lógico. Tiene la desazón constante de vivir de nuevo una situación similar, además de no sentirse segura ni a su propia casa», ha dicho al presidente de la Asociación Vecinal.

Otros de los vecinos han sufrido los robos mientras se encontraban en casa, según ha comunicado Pont a Diari Més: «Cuando han revisado las cámaras, a raíz de echar de menos objetos personales, dinero o joyas, se han dado cuenta de que los delincuentes actuaban mientras dormían. Los han revuelto estando dentro y ni se han dado cuenta la mitad a veces, a pesar de tener perros, sistemas de seguridad como cámaras o alarmas. Es lógico que tengan miedo y sientan una desazón constante, sobre todo aquellas personas más mayores».

Los ladrones se llevan, normalmente, todo aquello de valor que puedan encontrar al alcance en el corto tiempo de actuación: dinero, relojes y joyas, teléfonos móviles, ordenadores y aparatos electrónicos. Según Pont, se llevan a cabo reuniones periódicas tanto con Guardia Urbana como con los Mossos d'Esquadra, los cuales «siempre son amables con nosotros, hacen el que pueden y somos los primeros que también entendemos que no pueden hacer guardia todo el día en nuestra zona».

Los perfiles de los delincuentes que han actuado con éxito hasta siete veces el pasado diciembre coincide también, en algunos casos, con otros intentos recientes en la zona: «Suelen ser grupos de chicos jóvenes, inmigrantes y con más de un menor. Yo mismo, con otros vecinos que nos ayudamos entre nosotros, hemos salido corriendo detrás de los que hemos podido para intentar pillar, aunque, con suerte, coges a uno y el resto ya se ha largado. Se generan situaciones violentas, se enfrentan contigo e, incluso, te amenazan, porque saben que, como menores, no se les puededecir ni hacernada,» ha comentado Puont.

Según ha comunicado el presidente de la AVDA, hace tres semanas el alcalde, Carles Pellicer, visitó la zona: «Nos ha comunicado que tratarían de arreglar un poco la urbanización, pintando el escenario al aire libre que tenemos o mejorando el parque y colocando más elementos de jardinería. Hace más de seis meses que le dijimos que queríamos más iluminación en la entrada de la zona, y a pesar de ser conscientes de que estas cosas van lentas, todavía no hemos obtenido ninguna respuesta».

Enric Pont hace un llamamiento, de nuevo, al Ayuntamiento a fin de que «nos hagan un poco más de caso, ya que nos sentimos bastante olvidados y dejados de lado». El presidente de la AVDA también ha hecho mención al tiempo que tardaron en conseguir una línea de autobús que subiera a la urbanización, teniendo en cuenta las condiciones, bastante limitadas, de los accesos para ir a la zona. Ahora, tanto el presidente de la urbanización Sant Joan como los vecinos, esperan alguna solución a esta problemática que todavía sufren.

«Hace un mes nos reunimos los vecinos y yo, y llegamos a una decisión en común. Nos gustaría hablar con Dolors Vázquez, concejala de Convivencia, Seguridad y Civismo, y ver si sería posible instalar un par de cámaras en la entrada de la urbanización. Sabemos que en el barrio de Sant Josep Obrer se ha hecho, pero nosotros no hemos querido insistir de momento porque todavía no se ha actuado con los aspectos previos en que el Ayuntamiento nos dijo que mejorarían», ha dicho Pont.