Urbanismo
La segunda fase de la peatonalització de la raval Santa Anna de Reus, en verano
Los problemas de suministro de materiales ha comportado el retraso de la finalización de la primera fase
Las obras de la segunda fase de las obras de la raval de Santa Anna de Reus empezarán en verano y se alargarán durante cuatro meses. Los trabajos de transformación en zona de peatones afectarán al tramo entre las calles Salvador Espriu, la calle de Santa Anna y la plaza de Catalunya. El consistorio reusense ha aprobado inicialmente el proyecto, que se licitará próximamente y tendrá un presupuesto de 775.056,66 euros.
Con respecto a la primera fase de las obras, la previsión es que se acabe el próximo 31 de marzo con la colocación del mobiliario urbano, los elementos de jardinería y la instalación de cámaras lectoras de matrículas, después de unos retrasos que desde el consistorio justifican por problemas de suministros de materiales.
El proyecto de transformación de la raval de Santa Ana pretende convertir la zona en un espacio donde los peatones tengan preferencia a la hora de circular, aunque los vehículos también podrán acceder de forma restringida a través de un pilón automático que se accionará mediante la lectura de las matrículas.
Está previsto reformar la pavimentación, el drenaje, el ajardinamiento y el mobiliario urbano. También se instalarán otros elementos tecnológicos, como cámaras de vigilancias y puntos de cobertura de wi-fi público. Antes de iniciar las obras, el Ayuntamiento de Reus terminará de trabajar el pliegue de condiciones previas a la licitación.
En el caso concreto de la calle Salvador Espriu, la transformación a zona peatonal no impedirá el acceso de vehículos al parking del Simonet. Según la concejala de Urbanismo, Marina Berasategui, el Ayuntamiento sigue trabajando para garantizar la seguridad tanto para peatones como para vehículos.
El proyecto dará continuidad a la primera de las fases de transformación de la zona, que debe quedar terminada definitivamente a finales de mes, según las previsiones municipales. A día de hoy, es necesario colocar el mobiliario urbano y los elementos de jardinería. Según Berasategui, los problemas existentes en la cadena de suministros han retrasado la finalización de esta primera fase.
Reclamaciones de los comerciantes
La coincidencia con la campaña comercial navideña también tuvo una incidencia directa en las obras, que tuvieron que adaptarse a las necesidades del sector comercial de la zona. Unas condiciones que Berasategui ha apuntado que a lo largo de la segunda fase podrán trabajar «con más anticipación» que en la primera fase para evitar complicaciones. Según apuntó, el consistorio trabaja de forma «correcta» y «escuchando mucho» las reclamaciones de los comerciantes de la raval de Santa Ana, que en ocasiones previas, lamentaron la afectación de las obras para los negocios.
Por su parte, el alcalde, Carles Pellicer, insistió en que se trata de un proyecto que apuesta por la movilidad sostenible y que está cofinanciado por los fondos europeos Next Generation. Aunque por el momento se desconoce el inicio exacto de las obras, el gobierno municipal augura que se concentren durante los meses de otoño y evitará interrumpirlos.