Sociedad
Bravium Teatre continúa esperando las obras del Centre Catòlic de Reus
La entidad trabaja en «el exilio» gracias a la cesión de espacios porque el edificio donde desarrollaban las actividades ahora pertenece a la Iglesia
El Bravium Teatre anunció ayer que, después de un año «de exilio» desde que tuvieron que abandonar el edificio donde trabajaban, las obras que prometieron que se llevarían a cabo con el fin de poder volver no se han llevado a cabo todavía. Actualmente, la entidad todavía realiza sus competencias gracias a espacios como el Orfeón Reusense que les cede el espacio para poder hacer representaciones, ya que el antiguo edificio donde Bravium hacía sus tareas pertenece actualmente a la Iglesia. El presidente de Bravium Teatre, Ferran Figuerola, explicó que «legalmente es de la Iglesia, pero al mismo tiempo no consta que se haya comprado ningún edificio. Estamos trabajando con el fin de averiguar qué pasa, ya que todavía desconocemos por qué motivo se va incautar la sede de Bravium».
Ahora hará un año que la entidad anunció que se tenía que marchar del edificio. En abril del año pasado, Bravium Teatre consiguió que el Arzobispado de Tarragona les dejara volver a su sede de los últimos 30 años, el CentreCatòlic, una vez acabadas las obras de remodelación necesarias del edificio.
Desde que dejamos la sede, allí sólo han picado cuatro paredes y hecho alguna obra. Desde el pasado mes de agosto que no se ha vuelto a hacer ninguna acción ni ejecución, quizás para ellos eso es una primera fase, pero ha pasado un año desde que nos echaron y tampoco se nos ha notificado nada al respecto, a pesar de los constantes intentos de reunirnos que hemos tenido por parte de la entidad», explicó Figuerola.
El presidente de Bravium Teatre también añadió que, en un primer momento, les echaron a causa de una «obra muy necesaria porque el edificio se encontraba en muy mal estado y estaba prácticamente en escombros», un hecho que ahora, después de un año, según Figuerola, «no se debíaencontrar tan mal». Según el presidente de la entidad, el último contacto con el Prior fue el pasado mes de febrero: «Nos dijo que si erapor las obras que no hacía falta ninguna reunión, porque no hay novedades» dijo Figuerola.
Actualmente, la entidad ha iniciado una investigación documental a través de múltiples archivos con el fin de intentar aclarar de qué manera el Arciprestazgo pasó a ser el titular del edificio del año 1956. Según detalló ayer el presidente de Bravium Teatre, «estamos tratando de perfilar bien todos los documentos con el abogado para ver cómo podemos estirar los hilos. Nosotros tenemos la gran suerte, y podemos presumirlo con orgullo, de tener un 85% de archivo, información y documentos de la entidad, desde que se creó el año 1877 hasta hoy. A partir de todo este material y los datos que podemos aportar, se tendrían que poder dar respuesta a muchas incógnitas que nosotros somos los primeros que no lo acabamos de entender».
Figuerola hizo mención de aspectos positivos a pesar del año de «trabajo en exilio» de la entidad, agradeciendo especialmente al Orfeón Reusense la cesión del espacio para seguir ejecutando las actividades.