Empresa
REDESSA inicia prospecciones arqueológicas en los terrenos del CIM el Camp
Los trabajos permitirán que la empresa decida qué se hará con estas parcelas
Empiezan las prospecciones arqueológicas en los terrenos que REDESSA tiene en la Central Integrada de Mercancías (CIM) el Camp, situados en la avenida Mercaders número 4. Las prospecciones se iniciarán mañana y permitirán a la empresa plantearse las diversas opciones para estas parcelas, que irían desde licitar el derecho de la superficie hasta la subasta pública. El terreno en el que se llevarán a cabo las prospecciones se trata de una parcela que se encuentra anexa a otra, donde actualmente se encuentra la empresa GOmotor, un centro multimarca de 6.000 m2 . En esta se localizaron varios restos arqueológicos, como un yacimiento del neolítico, restos arquitectónicos de una villa romana y una necrópolis que se habría empezado a utilizar en la antigüedad tardía y se habría expandido hasta la época visigótica.
Con estos hallazgos, los Servicios Territoriales de Cultura de Tarragona indicaron a REDESSA que se tienen que llevar a cabo una serie de trabajos arqueológicos antes de hacer cualquier otra actuación. Este, sin embargo, es el procedimiento habitual que ya se ha llevado a cabo en todos los terrenos de esta zona.
Con respecto al procedimiento de las prospecciones, el primer paso será hacer un decapado de toda la superficie con el fin de localizar o descartar la presencia de restos arqueológicos. En caso de que se encuentren, se tendrá que llevar a cabo una excavación bajo la supervisión de un arqueólogo especialista en la cronología que corresponda y, posteriormente, el Servicio de Arqueología y Paleontología del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya indicará los pasos a seguir en la empresa municipal. Una vez finalice el procedimiento de las prospecciones, y en caso de que no se encuentren restos arqueológicos, la empresa podrá decidir si sacará los terrenos a concurso o a subasta pública, entre otras opciones.
La CIM el Camp fue promovida por Cimalsa, una empresa de la Generalitat de Catalunya, con el objetivo de ofrecer un espacio con condiciones óptimas de ubicación y servicio para las empresas de transporte de mercancías por carretera. Puesta en marcha en el 2007, la central está situada en un punto estratégico de la red viaria entre los ejes AP-7, T-11 y A-7, y cerca del aeropuerto de Reus. Ocupa un recinto cerrado de 42 hectáreas, con control de accesos que garantizan la seguridad de las empresas instaladas. Los propietarios están constituidos en una Supracomunidad de Propietarios.