«Tocar en Reus es como ir a casa de los padres, vamos arriados y bien engalanados»
Este viernes, los de Constantí presentan su nuevo trabajo '1963' en el Teatro Fortuny, con las entradas agotadas
—Volver a Reus en uno de los primeros conciertos de la gira, como ya hicisteis con Som¿Qué relación tenéis con este escenario? —Desde el principio Els Pets hemos tenido una relación muy especial con Reus. Nosotros, que somos animales de memoria, recordamos que, al principio, Reus era una plaza fija. Y alquilarnos en aquella época no era muy fácil, porque lo hacíamos muy mal. Pero había una especie de vínculo emocional con la ciudad que hacía que allí tuvieran paciencia. También te tengo que decir una cosa: tú no escoges el lugar donde tocas, tiene que haber una reciprocidad, y con Reus está. Hay otros lugares donde nos gustaría tocar, pero no es tan fácil como en esta ciudad. Aquí, es pedirlo, y rápidamente es que sí. Reus es la hostia.
—-¿Y cómo es tocar en elFortuny? Imagino que a estas alturas ya lo tenéis muy medido por palmos.
—Ahora sí, pero al principio nos daba mucho respeto, porque era el lugar donde ibas a ver teatro. La primera vez que tocas, el espacio se te come un poco. Pero con los años y el oficio nos hemos ido relajando. También pasa que los conciertos cerca de casa acostumbran a ser los más difíciles, porque encuentras mucha gente conocida, amigos y familiares, y quieres quedar bien. Es como cuandovas a casa de los padres y te afeitas y te pones una camiseta que sabes que le gustará a la madre. Cuando venimos a Reus, intentamos ir bien arriados y bien engalanados.
—Ahora que ya habéis hecho las primeras catas del disco en directo, ¿qué sensaciones os llegan?
—Una cosa que nos están diciendo mucho es que la puesta en escena es de las más chulas que hemos hecho. Seguramente es porque hemos tenido mucho tiempo para pensarla, y también porque hemos hecho una cosa que no habíamos hecho nunca: tocar con el escenario limpio, sin amplificadores ni trastos. Después, nuestro grafista, que es Gerard Joan, y el equipo de comunicación, que son Judit Sabaté y Aleix Cuesta, han trabajado unas proyecciones que complementan muy bien el espectáculo. Así, cuando te cansas de ver al calvo de nariz largamoviendo el culo arriba y abajo, puedes mirar detrás suyo, y encuentras un complemento muy chulo.
—-La gráfica del disco tiene muchas lecturas. ¿Cómo la trabajasteis?
—Es la primera vez en la historia de Els Pets que un grafista nos propone una portada y no le encontramos ninguna pega. Trabajar con Gerard ha sido muychulo. Esmás, hacía tiempo que lo tenía enla cabeza. Un día coincidimos en el tren y le dije: ¿Tio, te haría gracia hacer la portada del disco? Y él me respondió: He estado esperando esta pregunta toda mi vida. Le expliqué de qué iba el disco, él nos enseñó su propuesta, y ya lo tuvimos. Estamos encantados con lo que ha hecho, con estas redondas que parecen explosiones sonoras, y también con la idea que son como las anillas de los árboles, que te dicen la edad.
—Era inevitable que fuéramos a parar a la edad. Pero es que habéis titulado el disco 1963 …
—Es que llega un punto en el que la gente empieza a buscar eufemismos para decirte que tienes una edad. Te dicen incombustible, maduro, veterano… Así que decidimos ahorrarles el trabajo y decir que somos del 63. Por lo tanto, no es que seamos boomers, es que somos súper boomers. Y, además, lo llevamos con orgullo. También nos apetecía titular con una cifra, porque no lo habíamos hecho nunca, y porque esta fecha coincide con el inicio del género musical que utilizamos, estas canciones pop con guitarras.
—¿El disco que habéis publicado es el que teníais pensado antes de empezar? ¿Cómo era lo que teníais en la cabeza?
—No se parece mucho, no. Yo tenía ganas de hacer un disco muy arrebatado, tarambana, y guitarrero, que tuviera un punto leñero. Pero no me sale (río). Un poco sí, pero me he vuelto demasiado blando. De todos modos, pienso que ha quedado un híbrido entre lo que teníamos pensado y lo que pensaba el productor, y ya está bien que sea así. El disco tiene algún punto desvergonzado, comoNo t'escolto o Atracament a la caixa, que son un tipo de canciones que hacía tiempo que no hacíamos, pero después ya me sale la vertiente más melancólica y enamoradiza. Este no me lo puedo sacar de encima, y me parece que, a estas alturas de la vida, ya no me lo sacará.
— Marc Parrot decía en una entrevista que hacer discos le sirve para tomar conciencia del momento que está viviendo. ¿Coincide?
—Sí, tienemucha razón, porque cuando haces las letras tú, te piensas que fabulas, pero detrás de la historia que te inventas hay un hueso, que eres tú. Precisamente ahora me encuentro con que me dicen muchoEste disco es muytú… De todos modos, hay gente que necesita las canciones para entenderse. A mí me ayudan, pero no las hago con esta voluntad. Las hago para tener una excusa para subir al escenario. Quizás la llave para entender el disco es la frase Dicen que los años te hacen más sabio, créeme que se equivocan. Es una buena definición de esta situación vital en que te piensas que, como eres mayor, ya no haces tonterías. Pero en realidad vuelves a tropezar, tropezar y tropezar.
—Con 1963 la crítica de los profesionales ha sido buenísima. ¿Qué os dice, el público?
—Cuandohacemos un disco, al principio lo enseñamos a la gente que tiene bastante criterio paraopinar, pero que también nos ama bastante para no decirnos toda la verdad. Después viene el peor momento, que es este tipo de limbo o purgatorio que es el mes y medio entre que lo acabas y sale publicado. Ahora, la gente me dice que es un disco que quizás necesita más oyentes que Som, pero que está más equilibrado. No hay una canción comoLlavis nous, que dices ¿Qué hace aquí en medio, como una seta? Quizás por eso hace que necesites a más oyentes, para diferenciar la personalidad de cada canción.
—Como músico veterano, maduro e incombustible que es, le tengo que preguntar si ya ha encontrado la fórmula de la canción perfecta.
—No, pero esta investigación es el motor que me hace hacer más canciones. Ahora, el día que encuentras la canción pop perfecta tiene que ser una putada, porque, después, ¿qué haces?