URBANISMO
«El comprador de los terrenos del Ploms tiene 15 días por hacerse atrás»
El presidente del Ploms, Isidre Guinjoan, dice que el plazo se iniciará una vez la Comisión de Urbanismo apruebe el Plan especial
El Club Natación Reus Ploms queda a la espera de la aprobación del Plan especial urbanístico para calificar un terreno de casi 3.000 metros como equipamiento comunitario y poder completar un contrato para venderlo. Este es con una promotora de residencias y ya está firmado. Ahora bien, una vez la Comisión de Urbanismo de Tarragona apruebe la modificación, la empresa tendrá quince días para retroceder o confirmar la operación. Si el comprador continúa interesado en la adquisición de la superficie, se empezará tan pronto como sea posible a derribar la casa situada en este terreno y, a finales de año, se iniciarán las obras de construcción de la residencia. Con respecto a la reforma del mismo club, no hay un calendario fijado, ya que depende de la financiación que tenga.
Uno de los puntos que recoge el orden del día del plenario del Ayuntamiento de mañana es la aprobación provisional del Plan especial urbanístico para la ordenación de los usos y de la edificabilidad del Club Natación Reus Ploms. Este marca un cambio de calificación en un área de 2.800 metros del terreno total, que pasará a ser de equipamiento comunitario, mientras que ahora es de equipamiento deportivo. Actualmente, en esta área se encuentran las pistas de tenis, pádel y frontón, situada en la esquina de las avenidas de Tarragona y de Marià Fortuny. Una vez esté aprobado, concretamente el día 13 de julio, será el turno de la Comisión de Urbanismo de Tarragona, que también tendrá que dar luz verde al proyecto para empezar a reducir la deuda pendiente que tiene el club y, a la vez, renovar sus instalaciones. Según el presidente del club, Isidre Guinjoan, «lo que es lógico es que si lo aprueba el Ayuntamiento, también lo apruebe la Comisión de Urbanismo de Tarragona, ya que está en el consistorio reusense a quien más le puede perjudicar o favorecer la modificación».
El club ya cuenta con un comprador con quien se ha firmado un contrato de preventa, pero «el nombre de la empresa tendría que ser confidencial porque hay una cláusula del contrato que dice que cuenta con 15 días para poder echarse atrás si finalmente decide no comprar el terreno», detalla Guinjoan. Si, al contrario, la empresa sale adelante con el contrato, las obras de la residencia empezarían a finales de este año, una vez se hubiera derribado la edificación actual.
Por otro lado, Guinjoan no puede detallar un calendario para las obras de renovación de las instalaciones, porque no se tiene certeza de la financiación con la cual se contará. Lo que sí tiene claro el Ploms es que algunos de los equipamientos están llegando al final de su vida útil y el proyecto marca la necesidad de una renovación para actualizarse a las nuevas demandas de los usuarios: Se hace necesario diversificar la oferta de los servicios que se pueden prestar en el ámbito más allá del sector deportivo, incorporando otras actividades con diferentes dinámicas, estacionalidades y dependencias, como son los alojamientos comunitarios. Estos servicios se pueden dirigir hacia mercados y públicos bien diferentes, como pueden ser personas mayores, jóvenes, estudiantes o deportistas que puedan estar atados en actividades del mismo club».