«Es el mejor Sant Pere de nuestra historia, los restaurantes de Reus estamos trabajando como nunca»

La primera Fiesta Mayor de Sant Pere después de la pandemia, la primera sin restricciones y con infinidad de actos en la calle, está dando aire a los restauradores del centro de la capital del Baix Camp. Las ganas de volver a disfrutar de los pasacalles, las tronadas, los castells y las verbenas están llenando las cajas de los profesionales de la restauración y lo están haciendo con alegría. Mucho más movimiento de gente, aumentos en la facturación y la necesidad de doblarse turnos en los días más señalados lo demuestran. Para Joan Tapias, director del Museudel Vermut, situado en la calle Vallroquetes, «este está siendo el mejor año de Sant Pere desde que abrimos el año 2014, estamos facturando un 25% más que cualquier otro año». Durante estos días de fiesta, este restaurante está funcionando como nunca y hace lleno cada día, tanto a la hora de comer como para la cena.

En el restaurante La Marieta platets y tapas, situado en la calle de la Presó, le está pasando algo similar. «Hay mucha más gente por las calles y tenemos el doble de trabajo que antes de la pandemia», apuntaChristian Calvillo, el propietario del local. «Estamos muy contentos porque, después de los dos años que nos ha tocado pasar, necesitábamos disfrutar de las fiestas y levantar un poco el negocio», añade.

Calvillo no cierra ningún día de la semana, pero tiene unos horarios reglados y no los varía aunque sea Sant Pere. «Eso nos permite trabajar bien y la gente se adapta sin problema», explica. Para él, las noches son más productivas, hay más gente, pero tampoco se queja de cómo le está funcionando el mediodía.

Gerard Tortajada es uno de los propietarios del restaurante Vítric taverna gastronòmica, de la calle Santa Anna, y abrió puertas hace tres años. «Aunque no tenemos unhistórico, este año está yendo muy bien, es nuestro mejor año», comenta. Todavía no había vivido ningún Sant Pere al frente del restaurante y, por lo tanto, no puede hacer una comparativa, pero «tengo que decir que estamos muy contentos de cómo está funcionando el negocio durante estos días», asegura.

Otro de los restaurantes del centro de Reus es el Absis, situado en la calle de laMar, con más de veinte años de historia. Durante estos últimos días, el restaurante está casi lleno tanto al mediodía como por la noche. «Estamos en un punto muy céntrico, a un minuto del Mercadal, y eso hace que la gente no venga sólo a comer o a cenar, sino también para hacer el vermuto la copa post-tronadas», comenta el jefede cocina del local, Pol Vilajosana. «No sólo estamos volviendo a cifras prepandemia –añade–, sino que las estamos incrementando».

Para Virgina Texier, propietaria de Le Bistrot, ubicado también en la calle Santa Anna, «nosotros estamos funcionando como antes de la pandemia, ni mejor ni peor». Su local es pequeño y por eso funciona con reservas. «Lleno la sala tanto al mediodía como por la noche y no cambio mis horarios. La gente se adapta sin ningún problema y para mí es más fácil trabajar así», apunta.

Algunos de los restaurantes consultados doblan turnos tanto a la hora de comer como a la hora de cenar. Eso implica más trabajo y más necesidad de personal, pero también supone llenar la caja y tener unos buenos números a final de mes.