Las fiestas de barrio vuelven con fuerza y superan la asistencia prepandemia

Lo echaban de menos. Después de dos años de restricciones por la covid-19, los barrios Immaculada, La Pastoreta, el Carme y la Urbanización El Pinar pudieron volver a disfrutar, a lo largo de este fin de semana, de sus fiestas particulares. Y lo hicieron superando todas las expectativas: se pretendía recuperar la normalidad previa al 2019, pero las cifras fueron todavía mejores.

«No recordamos haber tenido tanta gente y habérnoslo pasado tan bien», reconoce Anton Sotorra, presidente de la asociación de vecinos de la Urbanización El Pinar. Hasta 350 personas se presentaron el sábado a la cena al fresco; antes de la llegada de la covid, no se esperaban más de 250. Para los vecinos, esta era una fecha especial que tenían marcada en el calendario desde hacía mucho de tiempo. «Es el único día casi que salimos del caparazón, de las casas, y que tenemos contacto con los del lado», comenta. Cosas de la «vida moderna». Eso sí, las fiestas recuperaron un elemento tradicional: un torneo de bolos catalanes –que el candente sol intentó estropear– con la colaboración del equipo de Castellvell del Camp.

Con la misma ilusión vivieron las festividades los vecinos de Immaculada. «El barrio siempre se implica, pero este año, mucho más», explica a su representante, Esperanza Torrijos. Ni siquiera la ola de calor frenó las ganas de xerinola, y menos todavía con la organización de su particular cena, «la mayor de las fiestas de barrio»: se estima que asistieron 395 personas. «Esperábamos que hubiera gente, pero tanta no», valora Torrijos.

Una feria como las de antes

«Que te haga rebobinar en el tiempo y te haga recordar cuándo venías a la feria con 15 años». Esta es la esencia de las fiestas de La Pastoreta, en palabras de la presidenta de su asociación de vecinos, Candelaria Flores. La feria y la orquesta son sus elementos distintivos, pero ya no de la edición de 2022, sino desde «siempre». «Hemos vuelto a celebrar las fiestas igual que en el 2019, intentando hacer lo mismo», explica Flores.

La representante vecinal remarca el esfuerzo que se hace cada año desde la asociación por «acercar la feria a todo Reus» y remarca que todas las actividades que se organizan son gratuitas, persiguiendo este objetivo. «No cobramos nada, eso está para todo el mundo que pase por allí». Y es que para Flores, después de Misericordia, Sant Pere y las Barracas, «vienen las fiestas de La Pastoreta».